Orange me tiene secuestrado

Que no se le ocurra a nadie contratar el ADSL de Orange, que cuando esta compañía no ofrece bien el servicio, NO TE PERMITE dar de baja: llamas, llamas y llamas... y sus técnicos parece que tuvieran la instrucción de no dejar que te des de baja, pues te pasan con departamentos que dicen no saber nada del tema... obligándote de esta manera a llamar una y otra vez. Llevo una semana llamando y su "táctica del cansancio" es una vergüenza. Para colmo, una recepcionista me dijo "para compensar por las molestias, le regalamos una línea pagando una mensualidad". ¿Cómo? ¡¡¡Eso no es márketing, eso es una estupidez!!! Me quieren "compensar" un mes sin servicio, con técnicos entrando a mi casa que no pueden arreglar nada y yo sin poder trabajar desde casa (porque soy autónomo), con una línea que no necesito y pagándoles de más. Encima, quieren amanezarme con que me penalizarán pagándoles una "permanencia", cuando son ellos los que deberían devolverme el dinero, pues su contrato es una estafa con un servicio que nunca ofrecieron. Este es un contrato NULO, señores. ¡Y no descansaré hasta que por fin me den de baja, no me rendiré!

¡Ah! Y tengo el informe escrito de uno de sus técnicos que confirma que no tengo el servicio prometido en su contrato.

Francisco Estrada, 16 de junio de 2014

Twitter, márketing y teorías de la conspiración en el Mundial

Un día antes del sorteo de grupos para el mundial que empieza hoy, la cuenta de Twitter ‘Brasil 2014 Fraude’ anticipó el grupo de Argentina, además de predecir de qué bombo saldría Italia y en cuál otro finalmente sería ubicado. La probabilidad estadística de acertar estos resultados adivinando es demasiado baja. Dicho esto, el plato está servido para hacer cálculos de todo tipo.


Actualmente, la influencia de las redes sociales es descomunal. Los gobiernos que sucumbieron durante la Primavera Árabe lo padecieron y si los medios tradicionales hubiesen tomado más en serio a una cuenta de Twitter, la FIFA no existiría hoy tal como la conocemos. Esto último sucedió el 5 de diciembre de 2013, cuando un tweet predijo algunos resultados del sorteo del Mundial de Fútbol, además de amenazar con revelar quién sería el ganador de este certamen, debido a que “(Joseph) Blatter ya había digitado al ganador desde Suiza”.

Como se sabe, la amenaza de anunciar al ganador nunca llegó a concretarse, pero sí acertaron con los dos resultados del sorteo que predijeron. Los administradores de esta cuenta de Twitter callaron hasta el día de hoy. Los motivos del silencio son desconocidos, pero de haberse llevado a cabo la amenaza de publicar al supuesto ganador, a la FIFA (en caso de que verdad ya hubiera “digitado” al campeón del torneo) no le habría quedado más remedio que deshacer aquel ‘perverso’ plan para no hundirse por completo.

A grosso modo (el sorteo es muy complejo), las posibilidades de adivinar el resultado del grupo de Argentina fue de 8x7x7 (1 en 392 posibilidades) y el cambio de bombo de Italia fue de 1 en 8 posibilidades. Multiplicados, el resultado de adivinar ambas cosas a la vez es de 1 en 3136 posibilidades*. ¿Se pudo haber hecho trampa para adivinar? Sí, haciendo 3136 tweets distintos. Sin embargo, por el motivo sea, la FIFA no se tomó la molestia de ofrecer un desmentido categórico rastreando en los cachés de los buscadores, ni utilizando herramientas que almacenan viejos tweets para mostrar señales de tweets eliminados.

En la famosa cuenta, también se lee (sin tildes): “Lamentamos profundamente que un deporte tan puro sea manchado por un organismo internacional que actua en funcion de intereses económicos”. ¿Y si de verdad, de un tiempo acá, la FIFA estuviera manipulando los resultados de los mundiales en base a intereses económicos, qué factores compondrían esos intereses?

Return of Investment


Yo quiero el champú de Neymar.

En principio, los factores más relevantes tendrían que ser el valor de mercado del jugador y su capacidad de retorno de márketing (ROI, por sus siglas en inglés). Todo ello, multiplicado por los 23 jugadores de la plantilla. Hacer un análisis solo del valor de mercado de un jugador (que al final es una marca) está lleno de suposiciones y realizarlo, además, sobre su capacidad de márketing contiene aún más presunciones. Sin embargo, se puede llegar a cifras muy cercanas a las reales, donde los precios pasan por el filtro del tira y afloja de las negociaciones.

En ese aspecto, Pluri Consultoria, una agencia de márketing deportivo brasileña, ha publicado el valor aproximado de los 100 jugadores más caros del mundo en base a distintos criterios. Hacer ese cálculo con los 736 jugadores del mundial habría sido mucho más exacto (y trabajoso), pero para determinar a los primeros puestos del mundial, la muestra de 100 jugadores puede ser suficiente. 

En nuestro cálculo, hemos excluido de esta lista a los jugadores de todos los países que no han podido participar en el mundial, como por ejemplo Falcao (56,3 millones de euros) y otros cinco de la selección española; quienes en total suman 195 millones de euros: Isco (37,8), Roberto Soldado (27,6), Asier Illarramendi (26,5), Álvaro Negredo (24,8) y Ander Herrera (22,1). 

*Descargar documento en Excel: World Cup 2014 Player Data

Por último, también hemos priorizado la variable de incremento o decrecimiento del valor del jugador con respecto al año anterior en porcentaje. Ello, pensando en la tendencia económica del jugador (si su valor como 'marca' está en alza o en caída, ello determinará si vale la pena invertir en él o no… o si vale la pena hacer ganar a su equipo para incrementar futuros beneficios). Para los porcentajes, no hemos utilizado promedios, pues las diferencias de cifras en los extremos eran abismales, por lo cual la mediana era el valor más confiable para trabajar.

Así, según nuestra tabla, la final sería entre Alemania y España, con el resultado favorable a los alemanes por la tendencia al alza en su porcentaje de precio de mercado:

País
Valor de los 100 jugadores más caros
Tendencia de precio
por país 2012/2013
Alemania
439,3€,
+22%
España
406,7€
+3,2%
Brasil
377€
+17,3%
Argentina
278,1€
-11%
Bélgica
162,8€
+22,6%
Portugal
135€
+5,15%
Francia
123,8€
+86,3%
Italia
108, 5€
+1,05%
Uruguay
106,5€
+58,75%
Inglaterra
100,2€
-5.6%
Colombia
90,2
+101.7%

Según los investigadores del Instituto Alemán de Investigación Económica, que hicieron un estudio muy parecido basándose únicamente en el valor de mercado de los jugadores (presumiendo que éste reflejaba la calidad del jugador y por consiguiente del equipo), España, que tiene el valor de mercado más elevado de este Mundial (622 millones de euros) se enfrentaría en la final a Alemania (526 millones de euros). 

Otra investigación, de la Universidad del Deporte de la ciudad alemana de Colonia, que toma como variables la localía, las apuestas y el ránking FIFA, dan como ganador a Brasil con un 20% de probabilidades, seguido de Argentina (14,7%), España (12,6%) y Alemania (12,3%). La final, según esta investigación, sería entre Brasil y Argentina.

Como sea, todos estos estudios, incluyendo nuestro aporte, descartan factores psicológicos (¿está Messi pasando por un buen momento anímico?) y sociales (¿cómo afecta a los jugadores brasileños las protestas de sus compatriotas contra este mundial?). Y lo que es más inquietante: se descarta la imprevisibilidad, la magia inherente a todo deporte de competición. Ningún estudio económico pudo nunca predecir que Maradona jugaría tal como lo hizo en México 1986, ni tampoco el apogeo y ocaso (o cabezazo de Zidane a Materazzi) en Alemania 2006, factores ambos determinantes en los resultados y que surgieron dentro del campo de fútbol, no fuera de él.

Si bien no es una sorpresa que el deporte y la economía estén estrechamente ligados, lo ideal es que la economía sea consecuencia directa del deporte en su mayor parte (y no al revés, como lo denunció aquel venenoso tweet). Por último, cabe añadir que hoy, día en el que se inicia el Mundial, se generarán durante un mes millones de datos no solo económicos sino por partido, tal como lo sabe Joachim Löw, entrenador alemán que utilizará en tiempo real los datos que se generarán durante los partidos de fútbol de su selección, usando las técnicas más modernas con las que se afronta el Big Data. Aquí, el enlace

*  Estoy confirmando estos datos probabilísticos.

Francisco Estrada, Barcelona 12 de junio de 2014

Las mujeres del Primavera Sound

De lo que pude apreciar en escena, esta es mi selección mundial. Vi y oí a más de ellas, pero no tengo el tiempo suficiente para escribir sobre todas. Este post irá engordando día a día, como mi panza. 

¿Eres de verdad?

1. Annie Clark (St. Vincent), la replicante
Sean Young, en su papel de Rachael en Blade Runner (1982), simbolizó en su particular tiempo y espacio cultural, la perfección femenina con todos sus clichés. Una perfección tan lacerante, cruel e inhumana, que solo podía ser alcanzable por un androide (o replicante). Treinta y dos años después, cuando St. Vincent se presentó en Barcelona, tomó la posta de Rachael, pero rompiendo con los clichés femeninos; aunque igual dejando en claro que tanta perfección solo podía ser obra de un androide.

La estadounidense apareció sobre el escenario muy “Rachael”: sugerente minifalda, tacones aguja, polvos faciales y labios encaramelados. Sus pequeños pasos para desplazarse sobre el escenario (nada de trancos largos, que eso es para los hombres que necesitan ocupar todo el espacio posible) contribuían a emparentarla con el androide más femenino de todos los tiempos; todo ello potenciado por sus entrecortados movimientos que simulaban a los de un torpe autómata.

La novedad fue que, lejos ella de ser una ingenua androide que necesitaba ser rescatada por el gran “Han Solo”, St. Vicent, con mirada perdida y gesto de maniquí, ofreció una lección de dominio escénico y de propuesta conceptual sin paralelos en la música pop actual. Por si fuera poco, ella no solo cantó bien (algo a lo que las musas nos tienen acostumbrados) sino que, además, exhibió un dominio de la guitarra que iba más allá de lo técnicamente perfecto, pues este evidenciaba todo su bagaje cultural. El caudal musical que nutría sus solos desenfrenados estaba siendo procesado mediante un sonido particular, una marca registrada, dejando evidencia de que ella estaba ahí para influir; para introducir su semilla.

¿Qué diferencia a un idiota que solo hace bulla de alguien que hace eso 
y mucho más? St. Vincent es un buen ejemplo.

Si bien hay para todos los gustos, dudo mucho que alguien en el concierto haya podido distraerse demasiado tiempo reparando en la figura de Annie Clark, que se había presentado tan espectacular como la mismísima Rachael, el androide de la cintura imposible. Pienso en lo anterior porque la intensidad de la propuesta artística de St. Vincent dejó al público con la lengua afuera y babeando, pero no simbolizando por ello mismo deseo alguno sino claudicación pura y dura; una aceptación de que ella estaba ahí para ofrecer(se) y el resto para recibir(la) en un escenario transfigurado en un altar de sacrificios. He ahí el por qué de tantos hilos de saliva que iban cayendo desde las bocas abiertas de algunos. Todos anonadados, simplemente, sin capacidad de soñar con rescatarla a lo "Han Solo" (¿quién es ese huevón?, diría ella) o siquiera de poder ejercer como sus 'cheerleaders' (algo que ella aborrece, deducimos). Seguiremos pendientes de ti, Annie.


***

Pd. Como este blog no tiene como fin quedar bien con nadie, debo añadir que, tres días después del concierto, ya estaba buscando en Internet si Annie Clark era “soltera, casada o divorciada”, como decían los payasos contratados en mis fiestas infantiles. 

Subpd. No sé si ella usó minifalda, pantalones cortos o qué; no me fijé bien. Había unas piernas largas, sí, pero mi recuerdo es borroso. Su música era muy poderosa.

2. Régine Chassagne, la Franz Beckenbauer 


Lo que usted diga, jefa.

Me cuesta recordar su nombre, pero no porque ese sea su problema sino porque no puedo recordar bien el nombre de ninguno de sus compañeros: Arcade Fire es una banda en todo el sentido de la palabra. Y si bien es evidente que Win Butler es el ‘cantante principal’, y por ello letrista de la banda, la composición de los temas son atribuidas al grupo en general. 

Del mismo modo, sobre el escenario, ese estilo colectivo se manifiesta en que casi todos ellos van intercambiando sus instrumentos. Aun así, en cuanto a peso interpretativo, destacan Win Butler (por tocar dos instrumentos a la vez: voz e instrumentos de cuerda), y el increíble Tim Kingsbury (ejecutando en vivo los arreglos más ‘guays’ de la banda). Ellos dos están apoyados por la poderosa dupla formada por el baterista Jeremy Gara y el multiinstrumentista (y muchas veces bajista) Richard Reed Parry. Sin embargo, en cuanto a presencia escénica, queda muy claro sobre quién recae toda la responsabilidad: Régine Chassagne lo es todo.

En el ‘detrás de cámaras’, musicalmente, no sabemos si ella es la pieza principal (no conocemos cómo es el proceso creativo dentro de la banda). A pesar de ello, en vivo, Régine es la gasolina y, a la vez, el aceite que hace funcionar a una máquina como Arcade Fire, que en Barcelona se presentó con más de 13 músicos en escena. No es por desmerecer la labor de Régine Chassagne como corista y algunas veces cantante principal (sin contar sus incursiones en distintos instrumentos mientras se sucede el espectáculo), pero es que su labor como ‘líbero’ es tan enorme, su transfiguración a lo ‘Franz Beckenbauer’ es tan grandiosa, que ello opaca su singular faceta de instrumentista.

¿Qué sería de Arcade Fire sin ella? Bueno, aparte de que no escucharíamos tantos ritmos antillanos en las cadencias de la banda (ni tampoco estos serían activistas para aliviar las necesidades de un país tan castigado como Haití, lugar de nacimiento de los padres de Régine), lo que no es poco, todo el imaginario de la banda no existiría. Y ahora no es por desmerecer a los demás miembros de la agrupación, pero es que hay personalidades que son más “aprovechables” para generar universos a su alrededor. Esto, evidentemente, no es motivo de celos para Win Butler, que se encuentra en clara desventaja frente a un ser tan maravilloso como Régine, pues ella es su propia esposa; a quien él no se cansa de contemplar con admiración cada vez que puede. Y nosotros tampoco, querido Win. 

No por algo, conceptos tan oscuros como “funeral” o "black mirror" suenan festivos a pesar de las melodías en modos menores y del dramatismo con que son recreados. Arcade Fire es, después de todo, un momento de júbilo y fuerza religiosa; todo lo que Régine Chassagne representa sobre el escenario: un arco iris de fuego.

Francisco Estrada, Barcelona 2014