Gareca-Cueva, una de aquellas duplas del fútbol

Min. 94: el árbitro pita y con el primero que se abraza es con Cueva. No es casualidad.
Tal vez, la pareja táctica más famosa del fútbol sea la que formaron Rinus Michel y Johan Cruijff en la célebre ‘Naranja Mecánica’. Es decir, la selección holandesa que deslumbró en la segunda mitad de los años 70. Michel, el entrenador, tenía en su mente el denominado ‘fútbol total’, y Cruijff era la pieza que le permitía implantar esta idea en el campo de juego, pues era el ejemplo perfecto de futbolista en este esquema. 

Sin embargo, no se debe confundir esta dupla con otras del estilo Bilardo-Maradona, pues el director técnico argentino es cualquier cosa menos un romántico con ideales futbolísticos. Él representa el pensamiento más pragmático, y su famoso 3-5-2 no es más que uno de los tantos esquemas con que experimentó para que la albiceleste pueda aprovechar al máximo el plantel que tenía, con Maradona a la cabeza. Es decir, no es que Bilardo tuviera un paradigma en la cabeza y que, luego, Maradona le permitiera ejecutarlo. No, lo suyo fue un trabajo por así decirlo ‘inductivo’ opuesto al deductivo.

Francisco 'Pacho' Maturana y Carlos 'el Pibe' Valderrama.
Ya en los años 90, apareció un romántico del fútbol en un país que hasta ese entonces tenía poca tradición futbolística: Colombia. El poeta no era otro que Francisco Maturana. Con las ideas bien claras sobre lo que era el fútbol de su país y cómo debía jugar; logró formar una de las selecciones más líricas del planeta. Pero para que este juego que él pregonaba pudiera ser efectivo, se necesitaba en el equipo de un jugador como Carlos Valderrama.

Según el director técnico, los futbolistas colombianos no eran buenos dribleadores ni de disparar con potencia fuera del área, por lo que debían basar su juego en el pase. ¿Y quién mejor que el samario para llevar a cabo esta idea de juego? Cabe precisar que después de esta legendaria selección Colombia, Maturana no ha podido reeditar con otros planteles su filosofía de juego. Algo que sí ha podido hacer su exayudante técnico Hernán Darío Gómez, mucho más pragmático y exitoso con otras selecciones y equipos.

Gareca-Cueva 
Con estos tres ejemplos (hay muchos más), se puede ahora explicar un factor fundamental que se aplica a la selección peruana. Y si bien ahora aparecen múltiples teorías sobre qué hizo clasificar al Perú luego de 36 años a un mundial, yo me inclino por priorizar un aspecto sobre los demás; que no es excluyente sino compatible con todos los otros planteados.

En el mes de septiembre, poco antes de que Perú juegue sus dos últimos partidos de la segunda ronda de eliminatorias ante Argentina y Colombia, apareció Claudio Pizarro declarando que, a sus 39 años, quería jugar con su selección en el mundial. Y al ser él la cara más visible de la última generación que fracasó en sus múltiples intentos por clasificar, no solo le preguntaron sobre su cuestionado rendimiento en la selección sino por qué ahora Perú sí jugaba bien.

Explicó por qué Perú ahora sí juega bien.
El ‘Bombardero’ contestó que cuestionarlo solo a él no tenía mucho sentido porque era toda la selección la que no funcionaba. Y con respecto al actual buen rendimiento de los incaicos, dijo que este se debía a que Perú jugaba ahora “a la peruana”, con la pelota al suelo, picardía y todo ello.

En lo particular, me interesa su segunda respuesta, pues la comparto. Y no se necesita ser un entendido para darse cuenta de ello. Habría que añadir que Perú incluyó otros elementos a su tradición estética, en un fútbol que es mucho más dinámico que hace 36 años, pero eso sería desviarnos del tema.

Lo principal es cómo Gareca logró imprimir esa 'peruanidad' en el equipo. Pues, para ello, debía encontrar a los ejecutores adecuados. Y el que más se asemejaba a ese ideal era Christian Cueva; pícaro y de toque fino. Tengamos en cuenta que muchos de los jugadores actuales ya habían formado parte de la selección con Markarián; y de los que han debutado con Gareca, el trujillano es el símbolo no solo de un estilo sino de una idiosincrasia.

Brujería heredada del Sr. de Sipán.
Y es que, seamos claros, si Gareca no llegaba al Perú, Cueva, en el mejor de los casos, estaría jugando en Alianza Lima y no en el Sao Paulo, y en el más realista, en Unión Comercio (junto a Reimond Manco, otro jugador de estilo peruanísimo, pero físicamente inelegible). Y Perú, pues otra vez estaría en el fondo de la tabla por querer jugar a la ‘uruguaya’. Felizmente, la historia es otra.

Francisco Estrada 
Barcelona, noviembre de 2017

Del 'Durán vs. Leonard' al 'Nunes vs. Rousey'

Semejanzas importantes que tal vez influyeron en el resultado.
20 de junio de 1980:
Roberto Durán, con un récord de 71 peleas ganadas y una perdida, siendo considerado por muchos el mejor peleador libra por libra del mundo y sin rivales en su categoría, tuvo que subir de peso para poder enfrentarse a alguien cuyo nombre era Sugar Ray Leonard y era rey absoluto de los welter, con medalla olímpica de oro en Montreal 1976, récord de 27 peleas ganadas y cero perdidas; además de también ser considerado, junto a Durán, como el mejor peleador libra por libra de ese momento.

El espectáculo estaba garantizado, y si bien en una encuesta de 30 periodistas deportivos 17 apostaban por Durán y 13 por Leonard, el ambiente era muy distinto entre los fans y el márketing que rodeó a la pelea, donde Leonard era el favorito. Primero, por cuestiones aparentemente objetivas: Durán estaba subiendo de peso para enfrentarse a Leonard, quien además era más alto, más rápido y más joven que el panameño... O sea, casi nada... Además, al ser estadounidense, fue aupado por toda la maquinaria comercial de ese país, colocándolo como el protagonista de la pelea, hasta el punto de cobrar cinco veces más que Durán (1.5 millones de dólares para el panameño y 7.5 millones o más para Leonard).

Reparto desigual de las ganancias.
Ello enfadó de sobremanera a Roberto Durán, que reclamaba más protagonismo para él, teniendo en cuenta su impresionante récord de 71-1, que ya en ese entonces lo colocaba entre los más grandes de la historia del boxeo frente a alguien que comenzaba (era recién la tercera defensa de Leonard).

En declaraciones anteriores a la pelea, Durán no ocultó sentirse mortificado por esta situación y llegó a decir que “odiaba” a Leonard, potenciando aún más su hambre de victoria y hasta “venganza”. Y el resultado todos lo conocemos: el panameño venció al estadounidense con una exhibición de boxeo que hoy es legendaria; dejando a toda la maquinaria estadounidense con los crespos hechos y los colmillos salivando.

30 de diciembre de 2016:
La estrella, la única estrella...
Cuando se anunció el regreso de Ronda Rousey a los cuadriláteros, luego de su estrepitosa derrota frente a Holly Holm en noviembre de 2015, las redes sociales estallaron de júbilo por volver a ver a quien fuera la primera campeona invicta de los pesos gallos de las artes marciales mixtas durante 12 peleas.

Al respecto, destaquemos algunas diferencias en relación a la pelea de los boxeadores anteriormente mencionados, ya que en solo un breve párrafo descriptivo del combate de ayer aparecen tres palabras nuevas: redes sociales, mujeres y artes marciales mixtas. Y hay más desemejanzas, como no poder comparar las carreras de estos pugilistas masculinos frente a las de sus pares femeninas, pues ellas no tienen el palmarés que aquellos habían logrado en un deporte ya asentado, frente a unas artes marciales mixtas que, en versión femenina, aún está en ciernes.

Sin embargo, a pesar de estas y más diferencias, hay similitudes muy significativas entre ambas peleas separadas por 36 años:
1. La rivalidad norte-sur en el continente americano, que básicamente consiste en Estados Unidos vs. Latinoamérica.
2. Ronda es medallista olímpica como Leonard, fruto de un política de estado favorable al deporte, mientras que Amanda, más bien, como Durán, se descubrió a ella misma sin medallas de por medio.
3. La astronómica diferencia entre lo recibido por Ronda Rousey y Amanda Nunes, pues mientras la estadounidense recibió 3 millones de dólares limpios, la brasileña ganó 150 mil dólares (¡20 veces menos!).
4. Los medios de todo el mundo prácticamente ignoraron a la brasileña, influidos por la gran maquinaria propagandista estadounidense, que a día de hoy sigue tan o más fuerte que hace tres décadas.

En este caso, inclusive, esta tendencia fue mucho más escandalosa que en la pelea de Duran vs. Leonard, tanto así que de solo imaginar una derrota de Ronda frente a Amanda, un escalofrío recorría la espalda de quien esto escribe, pensado en lo ridícula que podría sentirse la estadounidense si todo salía mal (hasta vendió camisetas aludiendo a su retorno).

Imagen publicitaria de la UFC.
¿Habrá todo esto influido en el ánimo de las luchadoras? Pues para Amanda Nunes sí, ya que nada más acabar la pelea declaró que le había “encantado” haber sido ignorada y dejado de lado en todos los momentos previos a la pelea. Ni más que decir al respecto. ¿Y Ronda? Pues no sabemos, pero por cómo reaccionó frente a la anterior derrota y toda la publicidad triunfalista en la que participó antes de su retorno, es muy probable que haya sentido el mismo escalofrío que yo sentí en la espalda, pero multiplicado por mil.

Amanda Nunes, por su parte, también declaró al final de la pelea que "ya basta de Ronda Rousey, porque ya ha ganado mucho dinero (¡auch!) y hará muchas películas" y que ahora deben hablar de ella, la campeona. Hasta ahí todo bien y comprensible su forma de reaccionar, aunque muy poco elegante por después haberse burlado de su rival en Twitter con una foto. En fin, que hasta los más grandes pierden así que, tarde o temprano, Amanda perderá (sobre todo, por ser brasileña y no poder contar con el favor de los jueces en caso le toque una pelea ajustada que deba decidirse por puntos; como le pasó al brasileño Anderson Silva).

Amanda Nunes mostrando su poca clase.
¿Y Ronda? Pues tal vez debe estar ahora dándose cuenta de que su mayor enemigo es ella misma, por su terrible temor a perder. Y que su segundo mayor enemigo es el equipo que la entrena, porque si se hubiera tirado a la lona para recibir a Amanda, otra hubiera sido la historia. Recordemos la pelea entre Conor McGregor y Nate Díaz, donde este último se tiró al suelo cada vez que el irlandés le daba una paliza, lo que le permitió resistir hasta el final y por poco ganar la pelea. Si Ronda se hubiera tirado al suelo, donde ella es la reina, y cuando peor la estaban machacando, otra sería la historia ahora... pero ya es muy tarde.

Francisco Estrada
Donosti, diciembre de 2016

¿Por qué queremos a Ricardo Gareca?

"Hay que seguir con el ataque".

Antes de explicar por qué los peruanos quieren a Ricardo Gareca (70% de aprobación a pesar de la mala campaña en las eliminatorias), quiero aprovechar para contar, desde un punto de vista muy personal, por qué soy fan de Ricardo el 'Tigre’ Gareca desde hace mucho tiempo antes que cualquier peruano.

EL AMÉRICA DE CALI
Tengo que remontarme a 1984, cuando llegué a Bogotá, Colombia, con solo 9 años. Siempre me gustó el fútbol, así que por ese entonces estuve algunas semanas tratando de ser hincha de algún equipo. Lo normal es que, estando en la capital, me decantara por Millonarios o por Independiente Santa Fe, pero no fue así.

¿Cómo no ser hincha de este equipo?
Uribe, el 'Tanque' y Cueto.

Bastó con que me dijeran que en el América de Cali habían jugado peruanos y que seguían llamándolos para que me decidiera por el equipo que era propiedad del narcotraficante Miguel Rodríguez. Es más, llegué a ver en vivo y en directo en el estadio El Campín, de Bogotá, a Julio César Uribe (el ‘Diamante’, como le decían en Perú, el ‘Emperador’, como le decían en Colombia).

Por esas fechas, llegó el argentino Ricardo Gareca al equipo caleño. Y si bien yo tenía en el primer lugar de mi podio al arquero Julio César Falcioni (otro argentino), en el segundo lugar estaba el encargado de hacer los goles, el que era capaz de meter la cara, la pierna o lo que haga falta para "perforar las redes rivales".

El gran Julio César Falcioni y el 'Tigre' Gareca.

El ‘Tigre’ no le tenía miedo a nada. Machazo él. Se rumoreó, inclusive, que tuvo una pelea en los vestuarios con su compañero de equipo, el colombiano Víctor Luna, que si bien terminó lastimado, nunca arrugó con él ni contra nadie. Siempre ha dado la cara y puesto el pecho.

Así pasaron los años, desde mediados de los años 80 hasta 2015, cuando el 'Tigre' fue contratado como director técnico de la selección peruana. Y como muchos compatriotas, me emocioné cómo bajo su dirección Perú empezó a jugar de igual a igual con sus contrincantes, sin terminar colgado del arco los últimos minutos del partido y, sobre todo, con el toque fino peruano que tantas satisfacciones había ofrecido antaño, que parecía recuperado.

A todo esto, ¿cómo olvidar el grito de Gareca frente a Chile, en Santiago, “debemos seguir con el ataque"?. La piel de gallina… Imposible no agradecerle al técnico ver a nuestros compatriotas guerreando hasta el final y no pidiendo la hora. Y otra cosa invalorable: que nos haya demostrado lo buenos que podíamos ser si queríamos, con Christian Cueva como mayor ejemplo.

Porque yo creo en ti.

POR QUÉ LOS PERUANOS LO QUIEREN
No creo equivocarme si afirmo que las personas nunca pierden totalmente la confianza en ellas mismas, porque inclusive en los peores momentos, siempre "there's a light that never goes out", como cantaban los Smiths. Es más, es un hecho que las personas siempre guardan un poco de 'energía' o 'fe' extra en casos de emergencia.

Y si bien el Perú es un país que está experimentando mejorías, aún queda mucho por hacer, razón por la cual la situación de muchos compatriotas aún no es la mejor. Independientemente del estrato social o económico, esto genera una aparente nube gris, una inexplicable melancolía que nos hace sentir "miserables a pesar de encontrar nuevos trabajos", como otra vez cantarían los Smiths.

Gol.

Si algunos peruanos sienten que su talento no se valora y se va desvaneciendo en un contexto que ofrece muy pocas oportunidades, ¿cómo tomarían que alguien les dé la confianza y les diga "ustedes sí que valen" o "porque yo creo en ti", como dice otra canción sobre la selección?

A veces, solo queda olvidar con cervezas el fin de semana, comer como un cachalote para llenar ese vacío inexplicable en las entrañas, no pensar en ese exiguo salario que, con suerte, alcanzará para unas muy modestas vacaciones. ¿Pero y si alguien se acercara y nos dijera que ha estado observándonos, que tenemos talento, que nos pagará lo merecido y en una mejor empresa? ¿Qué sentiríamos?

Pues algo muy parecido a lo que sintió Christian Cueva, que se convirtió en lo que es ahora: la mejor contratación extranjera del 'brasileirao' y con serias aspiraciones de volver a Europa a un equipo grande.

Queremos a Gareca porque queremos ser Christian Cueva o Miguel Araújo contra Ecuador, porque sabemos lo que valemos y solo estamos esperando esa oportunidad para demostrar todo de lo que somos capaces... Bueno, que también hay gente muy cómoda, pero la mayoría de personas, en el fondo, no perdemos las esperanzas, y nos gustaría que la sociedad nos reconozca en nuestra justa medida.

Cabe precisar que esta reflexión la hago antes de que empiece la doble fecha de eliminatorias contra Argentina y Chile, y que los pronósticos no son los mejores luego de que Gareca decidiera prescindir de algunas "figuras" muy cuestionadas, que la anterior fecha la selección no convenciera y que nuestros rivales estén en un gran nivel. Sí, puede ocurrir un mal resultado y que la gente empiece a odiar al 'Tigre', pero ojalá que quede en nostros la semilla de que no solo podemos ser igual sino hasta mejor que nuestros contrincantes. Que nunca lo olvidemos: "There's a light that never goes out".

Francisco Estrada
Barcelona, 5  de octubre de 2016

Los 18 futbolistas peruanos que jugaron la Copa América 2015

Este análisis de cada jugador peruano que participó en el reciente torneo bajo el comando de Ricardo Gareca tiene como único fin desfogarme. 

Creo que la foto es de AFP, no recuerdo...
1. Gallese: sus excepcionales reflejos y elasticidad demuestran que tiene condiciones innatas para el puesto. Además, psicológicamente es muy fuerte. Buen manejo con los pies. Debajo de los palos es casi imbatible. Su punto débil es cuando le toca salir del arco y cortar jugadas tanto aéreas como a ras de suelo. Felizmente, eso se corrige con trabajo. Si se lo propone, su destino es Europa.

2. Advíncula: si se la cree, en poco tiempo estaremos hablando del mejor lateral derecho de América. Mucho se habla de su velocidad, y él dice que ahora ha aprendido a centrar. Habría que añadir su capacidad para gambetear a los rivales. Esperemos que, con el tiempo, adquiera más malicia para no dejarse engañar con amagues cuando le toca defender, pues por ahora salva esta situación con su velocidad: si lo pasan, da media vuelta y alcanza a sus rivales. No siempre será así, porque no se puede ser veloz toda la vida.

3. Zambrano: tiene la habilidad para leer las jugadas con varios segundos de anticipación, lo que le permite ser el salvador no en una sino en varias ocasiones. No le tiene miedo a nadie, pero debe controlar sus impulsos. Cuando recupera, prácticamente no falla en la entrega, porque hace la fácil. No revienta la pelota. Tiene criterio. Ofrece seguridad en la zaga.

4. Ascues: al igual que Advíncula, su capacidad para salir jugando y esquivar rivales es fuera de lo común (sobre todo como central, porque ni Piqué ni Sergio Ramos ni nadie que conozca puede hacerlo como él). Cuando no hay a quién entregársela debido a la asfixiante marca del rival, puede optar por la individual para generar espacios. Firme en la marca. Otro que merece estar en Europa. Como mediocampista lo hace muy bien, pero como back central marca la diferencia.

5. Vargas: Gareca le da la cinta de capitán a Lobatón, pero cuando las papas quemaron, fue a él quien, principalmente, el DT se dirigió para dictar todas las indicaciones.

6. Joel Sánchez: Carrillo venía como campeón y figura en Portugal, pero lo sentó para hacer jugar a Sánchez. El resultado: la selección ha ganado ahora una muy buena variante en la volante. Con más confianza en sí mismo, podrá hacer más pases de gol como lo hizo contra Paraguay. Le falta marca.

7. Christian Cueva: atrevimiento, fantasía y sacrificio. Creación y marca. Sabe hacer ‘la del desprecio’. Gareca rescató a un gran jugador del torneo local. Es completo. Y será mucho mejor cuando se aplique físicamente. Es de la misma estatura de Alexis Sánchez, pero el trabajo en el gimnasio los distancia físicamente.

8. Josepmir Ballón: no luce tanto, pero es el que más recupera y más pases hace. Dicen que es el menos prolijo técnicamente de Perú, pero las estadísticas lo colocan por encima de todos los jugadores. Eso significa que tenemos una volante de lujo.

9. Lobatón: toque exquisito. Buena marca. Le pega bien al balón. ¿Algo más? En caso de clasificar al mundial, sería lindo que aún esté en condiciones de poder jugarlo (tiene 35 años).

10. Farfán: no jugó en plenitud de condiciones la Copa América, pero con ello bastó para marcar la diferencia en muchos pasajes de los partidos disputados. Crack.

11. Paolo Guerrero: ya todos saben de sus condiciones. Desde siempre, a la altura de los grandes mitos del fútbol peruano como Cubillas o Cueto. Preocupa que, al parecer, no se vislumbre un sucesor en su puesto. No necesariamente de su nivel, porque él es un fenómeno, pero sí alguien competitivo.

12. André Carrillo: siempre ha sido hábil, pero su jugada en el segundo gol contra Paraguay sumó peligrosidad a su reconocida técnica. ¿El sucesor de Julio César Uribe y futuro crack de cracks? Solo si él quiere.

13. Claudio Pizarro: el jugador peruano más exitoso de todos los tiempos. Un crack. Está jugando los descuentos. Es una pena que un futbolista así nunca haya jugado un mundial.

14. Christian Ramos: es un alivio pensar que, ante cualquier contingencia con Ascues o Zambrano, él está ahí. En el primer partido de Gareca, contra Venezuela, reventó todas las pelotas que le llegaron. Lo sentaron por ello. Y en el último partido de Gareca hasta la fecha, contra Paraguay, distribuyó con criterio las pelotas que recuperó. Aprendió.

15. Yordi Reyna: es increíble su desparpajo para jugar. Tiene confianza para salir jugando, encarar y disparar al arco o hacer el pase peligroso. Al ser menudo, cuando le quisieron aplicar el cuerpo a cuerpo, siempre ganó gracias a su buen movimiento. Es delantero, pero Gareca lo hace arrancar desde atrás. Necesita más minutos, pero como Perú tiene tantos volantes ofensivos, lo tiene difícil. Podría ser un crack.

16. Yoshimar Yotún: ¿Alguien se imaginó a Yotún de volante mixto? Pues Gareca sí, impresionando lo bien que rindió en los pocos minutos que le tocó asumir esa tarea. Si hasta se veía mejor que de lateral derecho con la selección. Dicen que en el Cantolao empezó como volante creativo: lo bien aprendido nunca se olvida.

17. Edwin Retamozo: típico volante de marca, de gran desgaste y sacrificio. Buen recuperador. Falla un poco en la entrega. Es un buen reemplazo para Josepmir Ballón, aunque su edad hace pensar que es necesario buscar otro jugador joven como alternativa. Felizmente existe un tal Renato Tapia.

18. Paolo Hurtado: jugó muy pocos minutos como para extenderse mucho en su trabajo, pero no desentonó. Falta verlo más en este nuevo proceso para saber si está a la altura de ser un recambio con el cual respirar aliviados o ilusionarnos.

Markarián y Gareca: el mismo tercer puesto... pero dos principales diferencias

Perú acabó la Copa América 2015 volviendo a ganar la medalla de bronce, aunque su propuesta fue muy distinta a la ofrecida hace cuatro años.



No profundizaré en la diferencia más evidente: que mientras uno privilegiaba el 'ratoneo', el otro siempre animó a sus jugadores para ir al ataque (inclusive, con un hombre menos en el campo, como sucedió frente a Chile). En el anterior proceso, la propuesta de Sergio Markarián fue esperar a que el rival proponga y enviar pases largos a los delanteros. Actualmente, la de Ricardo Gareca es el juego elaborado y asumir el protagonismo del partido.

Cada planteamiento ofrece ventajas e inconvenientes, aunque el segundo brinda más posibilidades de cara a buscar una victoria, pues el contragolpe se vuelve un arma más y no la única (los goles de contragolpe a Bolivia y Paraguay en esta Copa América son de antología por la virtuosidad con que fueron ejecutados).

¿Por qué el primero hacía jugar de una manera y el segundo de otra? Sin pensarlo mucho, la primera apreciación que hice al respecto se centraba en el carácter de cada estratega, pero conforme pasaron los días, semanas y meses de Gareca al frente de la selección, encontré una explicación más objetiva, la cual se puede contrastar con documentos.

La prueba
La Federación Peruana de Fútbol, cuando aún la presidía Manuel Burga, publicó en su web un PDF con el informe del profesor Sergio Markarián del proceso eliminatorio a Brasil 2014. Lo leí completo dos veces. Al respecto, no es necesario leerlo para saber que el uruguayo hizo todo lo humanamente posible para que la selección llegara al mundial, pues es impensable creer lo contrario con cualquier entrenador. Sin embargo, sí es preciso revisar este documento para tomar más consciencia de los aportes objetivos que Markarián ofreció a la selección y de su manera de ver el universo futbolístico peruano.

Entre sus muchas contribuciones, están la evaluación científica de cada jugador y la observación y el registro de cómo se comportó el grupo (temas de liderazgo y de concentración, entre otros). Pero lo más interesante es constatar el panorama desolador que el uruguayo percibía en el fútbol peruano. Al respecto, en un principio llegué a creer que ello era una manera de “poner el parche antes de que estallara el chupo”, en caso de que no le salieran bien las cosas, pero sus propuestas dentro del campo confirmaron que su visión del fútbol peruano era sincera; más allá de si era real o no.

Dos afirmaciones muy llamativas del referido informe son las siguientes:
1. “La selección no tiene el número necesario de jugadores para conformar un plantel homogéneo para afrontar el Torneo Clasificatorio de Sudamérica”.
2. "El poderío futbolístico de la selección es menor que el de la mayoría de países de Sudamérica".

Su compromiso con la selección no se cuestiona, pero...
Además, Markarián escribió que solo Pizarro, Farfán, Guerrero, Vargas, Zambrano y Rodríguez eran jugadores consolidados antes de iniciarse su proceso (¡únicamente seis en todo el Perú!). Y mientras las eliminatorias iban transcurriendo, según explica, Ramírez, Cruzado, Fernández y Yotún llegaron a consolidarse (cuatro más, aunque demasiado tarde y exiguo como para afrontar bien una eliminatoria desde el inicio). Y en cuanto a quienes el uruguayo aún no los veía consolidados pero estaban "en camino" se encuentran Carrillo, Hurtado, Benavente y poco más.

Si bien todas estas apreciaciones están en su informe, no suenan como novedad porque él mismo declaró estas opiniones en cuanta conferencia y entrevista pudo. Al respecto, yo nunca he manejado un grupo de deportistas, pero en ese entonces me preguntaba con qué moral dejaba él al equipo, diciendo públicamente que el jugador peruano era inferior a casi todos sus rivales. Y que, con lo que había, planteaba los partidos de la mejor manera posible (como si estuviera remendando una tela rota).

Si esa era su visión, por supuesto, la única opción para él era 'ratonear'. Y, bueno, aquí mi lectura maliciosa de su discurso: si no clasificábamos era porque nos faltaban jugadores; pero si clasificábamos, el mérito habría sido exclusivamente suyo, el del "Mago".

La visión de Gareca
Así que, mientras el primero sintió que estaba en Hiroshima después de la bomba, el segundo, nada más pisar suelo incaico, se declaró admirador del futbolista peruano. Convencido de su potencial técnico y fortaleza física, dijo que quería recuperar el 'toque' peruano. Y hasta defendió el torneo local. Todo esto es algo que Gareca no ha dejado de comunicar hasta el final de la Copa América.

¿Es sincero el ‘Tigre’ cuando dice estas cosas? Yo creo que sí, porque se trata de alguien que como futbolista enfrentó en un terreno de juego a Cueto, Barbadillo, Velásquez, OblitasFranco Navarro Julio César Uribe, entre otros (a este último lo tuvo como compañero de equipo una temporada en el América de Cali, metiendo el peruano más goles que él, donde el argentino era el '9' del equipo colombiano).

En su primera conferencia de prensa como entrenador peruano, Gareca afirmó que los sucesores de los míticos jugadores peruanos tenían que estar en el torneo local. Y en su última declaración en Chile, sostuvo que le “sobraban” los jugadores buenos y contaba con muchas variantes, tanto DENTRO (ojo), como fuera del Perú. Es decir, la segunda diferencia entre uno y otro entrenador es que el ‘Tigre’ no sintió que llegó a Hiroshima sino a Jauja.

De izquierda a derecha: Joel Sánchez (San Martín de Porres), Carlos Ascues (Melgar),
Josepmir Ballón (Cristal), Paolo Guerrero (Flamengo), Carlos Lobatón (Cristal),
Christian Cueva (Alianza Lima) y Jefferson Farfán (Schalke 04).
Conclusión
Está claro ahora por qué Markarián hacía jugar de una manera a la selección y Gareca de otra. Aquí no se trata de criticar a alguien y ensalzar a otro, porque la percepción de Markarián era compartida por la totalidad de la prensa peruana y la mayoría de los hinchas peruanos. Además, creo que el uruguayo y su momentáneo sucesor, Bengoechea, dejaron bases muy importantes que inteligentemente Gareca supo tanto aprovechar como corregir o desechar, según el caso. Además de trabajar con el 'chip' adecuado.

Con Markarián, jamás hubiéramos visto a un Christian Cueva jugar tan espectacularmente hasta el punto de ser comparado con Andrés Iniesta. “Me siento muy cómodo con este planteamiento”, dice el de Huamachuco, quien le hizo comer el césped a quien se le puso enfrente, incluyendo al gran Dani Alves. Lo mismo se puede decir de varios jugadores de esta selección, aunque el ejemplo de Cueva es paradigmático, pues se trató de la convocatoria más cuestionada de Gareca, porque en su lugar, tanto la hinchada como la prensa peruana querían un jugador de la tercera división española.

¡Y pensar que, cuando el ‘Tigre’ dijo que la primera división peruana era mejor que cualquier segunda o tercera división del mundo, muchos se rasgaron las vestiduras! Esta es la misma gente que siempre habló mal de Markarián, pero con quien, curiosamente, compartió el mismo análisis de la realidad.

¿Alcanzará para clasificar a Rusia 2018? Yo creo que sí. No solo por el trabajo que se hace ahora sino porque la experiencia del anterior proceso no se está dejando de lado. El reto ahora es encontrar un universo no de 23 sino de 30 jugadores altamente competitivos. Perú ha demostrado en esta Copa América, debido a lesiones y sanciones, que tiene buenos recambios; aunque no en todas sus líneas. ¿Existe un sustituto joven para Guerrero que al menos tenga el nivel de Maestri? No lo conozco. ¿Existe un sustituto para Advíncula? Tampoco lo sé. Gareca tendrá que escarbar en nuestro torneo.

Francisco Estrada. Barcelona, 5 de julio de 2015

Gracias por venir

A caballo entre Bogotá y Lima, un sencillo y muy personal homenaje al músico argentino Gustavo Cerati.

Las líricas más perturbadoras se encuentran en su último disco.
La primera vez que escuché a Soda Stereo fue a través de los altavoces de un bus destartalado de Lima, en enero de 1986. Yo estaba de vacaciones en el Perú, porque en ese entonces vivía en Bogotá, donde no se escuchaba a los argentinos ni a ningún grupo de rock latinoamericano (por lo menos, en las radios comerciales). Y la verdad es que, en aquel bus a punto de romperse, el grupo me pareció una reverenda mierda. Si bien yo tenía apenas 10 años y no tenía conocimiento musical alguno, puedo recordar ahora exactamente el motivo por el cual la banda me causó un rechazo inmediato (es que me pareció tan abominable, que por eso mismo puedo evocarlo).

Primero que todo, durante “toda” mi vida (es decir, apenas 10 años en ese entonces), cuando se trataba de temas de rock, yo siempre había escuchado producciones estadounidenses o británicas. Inconscientemente, ese sonido de estudio anglosajón era para mí sinónimo de lo correcto; de lo bueno. Por lo tanto, cuando escuché por los altavoces la chirriante guitarra rítmica de Cerati jugando con un La7 en el séptimo traste, mis tímpanos se indignaron.

No solo la ecualización era muy distinta a cualquier cosa que había escuchado antes sino que el ritmo ska incrementaba mi sensación de estridencia (sonaba Te hacen falta vitaminas). Para colmo, la canción iba de coña, era una sátira total, y yo jamás había escuchado una canción así. Es decir, sonaba “mal”, no era “seria” y, encima, como eran latinoamericanos, se me ocurrió que sus ideas rockeras no podían ser originales y que todo debía ser una copia. Así es, para mí no eran originales a pesar de que me estaban sonando distinto a todo, pero ya sabemos cómo funciona esto de las percepciones... Como en ese entonces yo no tenía la capacidad técnica para exponer los motivos de mi rechazo a Soda Stereo, solo pude vomitar lo más fácil, el prejuicio: “No me parecen originales”, le dije a mi prima adolescente, quien me estaba paseando en bus para invitarme un helado. A ella y a casi todos los limeños les fascinaba Soda Stereo.

Sus primeras visitas a Lima.
Unos meses después, ya de regreso a mi casa en Colombia, a mediados de 1986, a una compañera de clase peruana se le ocurrió poner un casete de Soda Stereo en el bus escolar, y recuerdo haber hecho todo lo posible para que quitara esa “basura”. Me empeciné tanto que lo logré y lo sacaron, para que pudiéramos seguir escuchando por la radio a Elton John, supongo… Sin embargo, la pesadilla de Soda persiguiéndome no acabó ahí, porque a fines de 1986, enfrente de mi casa de Bogotá, en el Chicó, se anunciaba que ellos se presentarían en la diminuta discoteca Keops. “No creo que les vaya bien”, pensé.

Para ese entonces, Soda ya era una fiebre en el Cono Sur Latinoamericano, incluyendo al Perú. Tanto así que en este último país ya se había presentado durante tres fechas seguidas en el Coliseo Amauta, el espacio más grande que podía ofrecérseles en ese entonces (20 mil personas de capacidad). Es decir que Soda hubiera podido llenar tranquilamente el Estadio Nacional de Lima en 1986, mientras en Bogotá estaban tocando en una pequeña discoteca.

Según los testigos de la época, aquel concierto en la discoteca Keops fue el mejor que haya ocurrido alguna vez en Bogotá hasta ese entonces. Recuerdo textualmente el comentario de un locutor de la radio: “Llegaron cargando sus instrumentos ellos mismos y, a diferencia de los músicos locales, no hicieron mayor problema con el sonido que les ofrecieron, y sonaron mejor que cualquiera”. A partir de ahí, empezaron a circular los casetes clandestinos por todas las ciudades principales de Colombia, país donde no contaban con una discográfica.

Al parecer, los argentinos tenían claro que Colombia era una plaza importante, razón por la cual, cerca de esa misma fecha, ofrecieron otros pequeños conciertos en el país. Y esa semilla hizo que un año después, en 1987, Soda Stereo ofreciera un concierto triunfal en la Plaza de Toros de Santamaría. Al mismo tiempo, el interés por esta banda iba prácticamente desapareciendo en el Perú, mientras el país, coincidentemente, se hundía en la peor crisis económica y social de su historia. Para la gira del disco Doble Vida (88-89), Soda ya era un grupo conocido en Colombia y su nueva meta era ahora la conquista de México.

Puente hacia otras latitudes.
¿En qué momento me empezó a gustar el grupo en Colombia? Creo que fue a partir del Doble Vida, primer disco que Soda Stereo grabó fuera de Argentina, en Nueva York. El sonido, por supuesto, me fascinó… aunque debo admitir que también empecé a flipar con todos los discos anteriores sin percatarme del sonido. Las letras de Gustavo Cerati me capturaron. Al mismo tiempo, recuerdo que yo, hipócritamente, me jactaba de que había escuchado la banda en Lima mucho antes que todos los bogotanos… aunque, por supuesto, omitía el dato de que en esa época no me gustaba.

Me volví tan fan (fan’s, como me gusta ahora decir) de ellos, que en 1991, con 16 años, los recibí en el Aeropuerto El Dorado para la Gira Animal. Hasta tuve la suerte de tirar accidentalmente al suelo a Charly Alberti en unos forcejeos. Y pude subirme al mismo bus que llevaría a los Soda Stereo al hotel Hilton, pero al ver a mis amigos corriendo para seguirlos en caravana, decidí bajarme del autobús, pues temía que, por preocupación, mis amigos terminaran dando parte de mi desaparición a la policía en vez de seguir en caravana a los argentinos. Ahora me arrepiento. Debí haberme quedado en el bus con Soda Stereo. ¿Se imaginan todo lo que tendría ahora por contar? Regresé donde mis amiguitos Mao, Ángela y Paola.

Legado.

Lo importante para mí, aparte de las deliciosas anécdotas, es que gracias a Gustavo Cerati y su banda pude descubrir la mística de Robert Smith y los acordes jazzísticos de Andy Summers. Al respecto, resultan interesantísimas no solo las influencias estilísticas de la banda sino el uso de samples de otros grupos, sean de los Jesus & Mary Chain o de Echo & The Bunnymen, apropiaciones algunas voluntarias y registradas, y otras involuntarias (tal como siempre ha pasado en la historia de la música y tal como seguirá sucediendo). También les debo, sobre todo, la decisión de aprender a tocar guitarra, aunque no fue con sus canciones que aprendí sino con las partituras de Metallica (el universo musical es muy grande; qué desperdicio escuchar una sola cosa).

En fin, que su música no solo brindó consuelos, reflexión, ánimos para investigar más allá o diversión sino que cambió algunas vidas. Estas contingencias son muy extrañas, porque cuando te preguntas qué hubiera pasado si tal cosa no hubiera existido, llegas a la conclusión que tu vida habría sido totalmente distinta. ¿Y si al asteroide que extinguió a los dinosaurios nunca hubiera colisionado con la Tierra? Así pues, más o menos.

Tan admirados ellos por las masas pop y vilipendiados por unos cuantos, creo que cada quien es libre de hacer lo que quiera (aunque hay mejores cosas con las cuales destacar y hacerse notar, me parece, en caso no sea una cuestión de gustos). Por último, cabe resaltar que la masividad del grupo es tanta, que si en Latinoamérica a una banda se le ocurre tocar algo que se le parezca al rock, que sea un poco oscuro y cantado en español, no le dirán que suena a Joy Division, The Cure, Bauhaus o Lords of the New Church. ¡No! Simplemente le dirán que “suena a Soda”, pues es la referencia inmediata y popular. Tal vez eso sea lo único malo del legado de Gustavo Cerati, pero no es su culpa. Y tampoco hay que martirizarse por ello, pues es lo normal. Total, yo conozco anglosajones que confunden la salsa con el merengue, la bachata y la cumbia, ¿y qué? Así que, simplemente, a suspirar con nostalgia y, en el caso de muchos con los cuales me identifico, a agradecerle por su música, y por haber servido de puente para que descubriéramos otras bandas y estilos.

Francisco Estrada, 5 de septiembre de 2014, Lima

Orange me tiene secuestrado

Que no se le ocurra a nadie contratar el ADSL de Orange, que cuando esta compañía no ofrece bien el servicio, NO TE PERMITE dar de baja: llamas, llamas y llamas... y sus técnicos parece que tuvieran la instrucción de no dejar que te des de baja, pues te pasan con departamentos que dicen no saber nada del tema... obligándote de esta manera a llamar una y otra vez. Llevo una semana llamando y su "táctica del cansancio" es una vergüenza. Para colmo, una recepcionista me dijo "para compensar por las molestias, le regalamos una línea pagando una mensualidad". ¿Cómo? ¡¡¡Eso no es márketing, eso es una estupidez!!! Me quieren "compensar" un mes sin servicio, con técnicos entrando a mi casa que no pueden arreglar nada y yo sin poder trabajar desde casa (porque soy autónomo), con una línea que no necesito y pagándoles de más. Encima, quieren amanezarme con que me penalizarán pagándoles una "permanencia", cuando son ellos los que deberían devolverme el dinero, pues su contrato es una estafa con un servicio que nunca ofrecieron. Este es un contrato NULO, señores. ¡Y no descansaré hasta que por fin me den de baja, no me rendiré!

¡Ah! Y tengo el informe escrito de uno de sus técnicos que confirma que no tengo el servicio prometido en su contrato.

Francisco Estrada, 16 de junio de 2014