Reimond Manco

Con este reggaetonero, 
Perú jugaría como Perú (foto: Rubén Grández).
¿Dónde está nuestro César Cueto del nuevo siglo? ¿El equivalente al finisecular 'Chorrillano' Palacios? ¿El Julio César Uribe de la hiperpostmodernidad? ¿El Teófilo Cubillas en versión digital? Hagamos memoria: inclusive en los peores momentos del fútbol peruano, siempre hemos tenido excelentes mediocampistas ofensivos que, entorno a un '10', ofrecían el espectáculo que tanto se reclama desde las graderías peruanas. Por ello, vuelvo a preguntar: ¿Dónde está nuestro '10'? Siempre lo hemos tenido... ¿Y ahora? ¿Nos hemos vuelto Chile, México o Paraguay? ¿Qué ha pasado?

Sé que Reimond Manco es en el imaginario popular peruano algo así como un leproso, aquella figura que, aunque nadie lo quiera admitir, causa tanto repudio por ser un fiel reflejo de muchos peruanos. Y estoy convencido de que el odio hacia él es directamente proporcional a la identificación que se tiene con él.

Curioso, entro a foros de Internet (deliciosa herramienta para análisis sociológicos) para averiguar qué dicen los peruanos sobre sobre él, y los adjetivos que más se le endilgan son “cholo”, “borracho” y “juerguero”. Me pregunto cuántos de esos peruanos no son eso que tanto señalan y critican.

El Perú, país que a través de su historia ha perdido muchas oportunidades para insertarse en las grandes ligas de las economías desarrolladas, tiene, precisamente, el trauma de las “oportunidades perdidas a pesar de...”. Nos damos de cabeza contra los pupitres mientras leemos los libros de historia preguntándonos por qué la cagaron los peruanos de antes. Salimos a la calle, y leemos otra vez en los periódicos de los kioskos cómo la seguimos cagando.

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Un ejemplo: hace unos meses, a pesar de esa mezcla de espectacular crecimiento económico y de galopantes conflictos sociales producto de la desigualdad, los peruanos estuvimos a punto de arruinarlo todo apoyando candidaturas surrealistas. Y en esto caímos todas las clases sociales. No se puede saber quiénes fueron más brutos, si los pobres o los ricos. Al final, una especie de pacto ético-social parece habernos dado algo de respiro con el actual presidente, pero nada está dicho aún.

Y ni hablar de las historias que contamos en nuestro imaginario popular-familiar: desde el ex jugador del FC Barcelona, 'Cholo' Sotil, hasta el cuñado que perdió su oportunidad. Por eso, cuando en las eliminatorias y en el Mundial Sub 17 del año 2007 apareció Reimond Manco como promesa de jugador excepcional, nadie fue capaz de pensar siquiera “ojalá no se malogre” sino “se malogrará”. Y ante semejante expectativa, Reimond no defraudó, pues, en efecto, se malogró.

Después de analizar el partido del viernes último entre Perú y Bolivia, no solo quedé sorprendido por el vértigo con que Perú atacaba (recordándome a la era Oblitas) y sus dos errores infantiles en defensa (las únicas dos llegadas de Bolivia culminaron en gol). Lo que más me impresionó es ver un mediocampo que parecía inglés: sirviendo de mero “rebote” para que la pelota pasara al área enemiga con apenas un toque de balón. No me parece mal. Inclusive, me causó buena impresión Rinaldo Cruzado, un jugador de exquisita pegada y visión que me recuerda (no me importa que me lluevan las críticas) al mejor Beckham (¿a todo esto, cuál es el primer nombre de Beckham?).

Luego de pensar en este inédito mediocampo incaico, pude ubicar en mi memoria al '10' peruano. Fui a Youtube y lo confirmé. Ese jugador que ahora parece de 40 años (siete ex equipos de fútbol, casado, divorciado, 'secuestrado' y en la banca rota a pesar de tener apenas 21 años; según recuerda en un nota el diario El Comercio) es nuestro '10'. Aquel que, como Zinedine Zidane, no solo abastecería a los delanteros sino que, en base a técnica imprimiría respeto frente a los rivales (a nadie le gusta terminar sentado de culo por haber sido víctima de una buena finta).

¿Indulto para Manco? Si mi relación fuera con él personal (o sea, mi novio), pues no. Si yo fuera el director técnico del Perú, Sergio Markarián, pues ni idea porque no sé cómo manejar vestuarios. Solo sé que el técnico de la selección decidirá mejor que cualquiera. A mi modo de ver, Reimond Manco seguirá castigado no solo porque es el cordero degollado que necesitaba ser sacrificado en honor a la traumatizada afición y prensa peruana (sorry, cholito) sino porque solo un golpe fuerte podría enseñarle al díscolo jugador. Él ya demostró que, fuera de la cancha, le cuesta aprender, así que, caballero, a seguir viendo los partidos por la TV y preguntarse: “Qué hubiera pasado si...”. Oportunidad perdida. Cambio y fuera.

Francisco Estrada. Barcelona, 5 de septiembre de 2011

Comentario de Youtube:
"digan lo q digan pero hasta ahora no veo a POLO CARRILLO HURTADO SOTO BAZAN RUYDIAZ MIMBELA GAMBETEAR!! COMO LO ASE ESTE CHIBOLO hasta ahora no e visto algun chibolo aser los driblins de este JUERGUERO Y CREIDO DE m..."

2 comentarios:

Malivern dijo...

Que nos lo cedan aquí al Nàstic . Quizá ser fiel a uno mismo , ser coherente , en la vida y en el futbol sea lo mejor y lo más difícil . Parezco mi abuelo .
¿ Será el nombre destino ? Por lo de manco , digo .

Unknown dijo...

literalmente, tendría que apellidarse "cojo", aunque manco es un nombre quechua... el del primer emperador de los incas... en teoría, su destino sería la gloria... tssss