Don't fuck with Durán!


¿Qué pasó realmente con el “no más”?

El 'Cholo' en acción.

Borrachos y en la penumbra, este fin de semana se me acercaron dos estadounidenses muy jóvenes que se jactaban de ser fanáticos del boxeo. Y no se les ocurrió mejor cosa que empezar la conversación mencionándome a Pernell Whitaker y gritando “nou mas, nou mas” mientras agitaban la manita al aire.

Yo no les entendía qué querían decirme hasta que agregaron “Duran-Duran” (como el grupo de rock británico). “No es Pernell; es 'Sugar' Ray Leonard”, les corregí, y a continuación decidí explicarles qué pasó de verdad en aquella pelea del 25 de noviembre de 1980, donde Roberto 'Mano de Piedra' Durán abandonó el combate en el octavo asalto ante un enfervorizado 'Sugar' Ray Leonard.

Mi intención no fue tanto destruirles su aparente burla (creo que al verme inequívocamente latino, quisieron traer a colación una supuesta vergüenza para el boxeo latino) sino seguir conversando con ellos porque me impresionó que, siendo tan jóvenes y hasta confundiendo nombres de boxeadores, manejaran ese otro detalle; el del "no más". En ese momento, ellos me estaban demostrando que esa frase se había convertido en una leyenda que trascendía a sus personajes. Así sea evocada con brumas y un poco de spam, todo indicaba que el “no más” sigue flotando en el aire, y será por eso que hasta película se le está haciendo, con Gael García y Al Pacino en los papeles estelares de Hands of Stone.

La primera pelea
20 de junio de 1980, ante 46 mil espectadores: 'Sugar' Ray Leonard, oro olímpico en 1976 y flamante campeón de los pesos welter en 1979, defendía por segunda vez su corona contra el panameño Roberto 'Mano de Piedra' Durán, campeón de los pesos ligeros entre 1972 y 1978 y con la aureola de 'indestructible' (llegaba con un palmarés de 72 peleas ganadas y una sola perdida contra Esteban de Jesús, a quien luego aniquiló dos veces). 

Aquella noche, bautizada como 'The Brawl in Montreal' (La Bronca en Montreal), se disputaron quince asaltos donde todos los jueces dieron como ganador a 'Mano de Piedra'. Y la pelea fue tal como la promocionaron, una broncaza callejera donde Durán pudo llevar a Leonard a su terreno: el incesante ataque sin rodeos.Y una anécdota: la mujer de Leonard se desmayó en su asiento esa noche al ver cómo le pegaban a su marido.

Jazz versus salsa.

El intermedio
Según confiesa hidalgamente 'Sugar' Ray Leonard en un reportaje de Fox Sports, él tenía totalmente estudiado a Roberto 'Mano de Piedra' Durán. Es decir, sabía que no le podía ganar al panameño: “That name 'Manos de Piedra' it's true, 'Hands of Stone'. Every punch, and I'm not exagerating, every punch that he hit me with to the body, to the head, it felt like bricks, stone, rocks... He knocked my teeth back, my front, my first three, four teeth, knocked them back, because he was just so possessed... He was a demon”. (Ese nombre, 'Manos de Piedra', era cierto. Cada puño, y no estoy exagerando, cada puño con el que me golpeaba en el cuerpo y la cabeza se sentía como ladrillos, piedras, rocas. Él me movió los tres primeros dientes frontales porque estaba como poseído... Él era un demonio).

Inmediatamente después de la pelea, como era su costumbre, Durán se relajó. Comió y bebió en exceso, hizo fiestas en piscinas, destapó botellas de champán y regaló dinero a sus amigos. “Sabía que se regodearía consigo mismo”, revela Leonard, quien calculó que 'Mano de Piedra' podría llegar hasta con 40 libras de más a una revancha... si es que ésta se hacía a los pocos meses de haberse celebrado la primera. Y lo inaudito sucedió: la segunda pelea se programó para el 25 de noviembre de 1980. “Ese fue mi plan desde el primer día”, añade 'Sugar' en el mismo reportaje.

Las declaraciones originales de los protagonistas del "No más".

“Don King le hizo una oferta a mi mánager que éste no pudo rechazar”, cuenta Durán en el mismo reportaje. Su empresario era Carlos Eleta, quien con esta decisión sentenció la derrota y el momentáneo desprestigio de su representado. Las crónicas de la época afirman que, a pocos días de la segunda pelea, Durán se veía hasta descoordinado. El mismo Durán reconocía que, después de 73 peleas ganadas y una sola derrota, le estaba perdiendo el gusto a los entrenamientos. 

Para poder pasar el pesaje antes de la pelea, Durán se sometió a una dieta que lo dejó seriamente deshidratado. Al ver cómo la salud de 'Mano de Piedra' había quedado quebrantada, Carlos Eleta le pidió a Don King que pospusiera el duelo, algo que éste rechazó tajantemente por todo el dinero que ya se había invertido.

Segunda pelea
Y son las imágenes de esta revancha las que más recuerdan los aficionados del boxeo, por lo menos los estadounidenses: un 'Sugar' Ray Leonard humillando a Roberto 'Mano de Piedra' Durán, incapaz éste de propinarle un solo buen golpe al 'Golden Boy', quien a su habitual categoría como gran boxeador que era, se propuso frustrar al panameño sobre el ring esquivándolo y burlándose de él. Y en el octavo asalto, dándose el 'Cholo' media vuelta en plena pelea, le dijo al réferi Octavio Meyrán el famosísimo “no más”. Por su parte, Durán afirma que él dijo otra cosa: “no quiero seguir peleando con este payaso”. Según adujo Durán, él se retiró por problemas estomacales, pero, muchos años después, su representante dijo que, en realidad, Durán había abandonado porque se sentía avergonzado por cómo Leonard lo estaba ridiculizando. Actualmente, Leonard no tiene problemas en decir que Durán era el mejor: "Man, you're the best". (La legendaria revista The Ring lo considera el quinto mejor boxeador de la historia libra por libra).

Durán aconsejando a uno de los más grandes luchadores
de artes marciales mixtas de la actualidad: Vitor Belfort.

Consecuencias
Durán pudo cobrar por la pelea a pesar de abandonarla de esa manera (lo había hecho por adelantado), pero en Latinoamérica, especialmente en su país, pasó de la gloria al desprecio total. Inclusive, toda la publicidad con su nombre fue retirada en el acto. Los periodistas estadounidenses de la época, al parecer seriamente perturbados con los supuestos atributos de los latinoamericanos, se cebaron con Durán. “Se boxeó al 'macho man' panameño hasta la sumisión”, que “debajo de esa piel de boxeador había un corazón de gallina” o que él era “alguien que erigió su carrera bajo los preceptos del machismo latinoamericano” fueron algunas de las frases con que se le castigó a Durán en una cadena prestigiosa como ESPN (que ahora lo considera el sexto mejor boxeador de la historia libra por libra).

Unos cuantos años después, Durán recuperó parte de su honor ofreciendo grandes batallas, pero no fue precisamente en la tercera pelea contra Leonard, donde ambos fueron abucheados por el público (sobre todo, porque 'Sugar' rehuyó cualquier tipo de contacto durante la pelea). Aquel 7 de diciembre de 1989, ganó Leonard por puntos. Lo único bueno de esa justa pugilística fue el nombre con el que la promocionaron: “Una más”. Un chispazo de genialidad publicitaria made in U.S.A.

¿Podrá la próxima película que se hará sobre Durán redimirlo? Si son fieles a lo que verdaderamente pasó, seguro que sí. Y así ya no habrán más turistas impertinentes. A todo esto, el buen Gael debe estar sintiéndose como un Robert de Niro preparándose para Toro salvaje... Intuyo que éste podría ser el papel de su vida, pues un personaje como Durán tiene harta tela por cortar como ícono cultural. Veremos.

Francisco Estrada. Barcelona, 23 de enero de 2012.

2 comentarios:

Malivern dijo...

Como me parece que te gusta el boxeo , aquí los bienpensantes lo han estigmatizado como práctica propia de nazis pederastas caníbales , te contaré una historia de boxeo localista .
Si pasas por el Carrer Llibertat nº29 de la Vila de Gràcia verás una placa conmemorativa .
Esa fue la casa de Josep Joan Gironés , el Crack de Gràcia .
Su historia la cuenta muy bien joaquim Ronglán en su libro Combat a mort .
Algún día iré al Malverde , o no , que está muy lejos . Mientras tanto se te lee.

Unknown dijo...

hola! mil gracias por la historia de josep gironés y joaquim ronglán. me la conseguiré. sobre el boxeo, no creas: tengo sentimientos de culpa por mi afición hacia él, pero es algo que me gusta tanto como la carne roja... teóricamente, me consuelo pensando en que, al menos, se trata de dos personas en igualdad de condiciones... pero cuando veo una pelea olvido cualquier reparo o justificación moral y flipo con el trabajo de pies, la técnica y esas cosas... no siempre estoy en el malverde, pues tengo días de descanso. así que avisa antes. saludos!