La canción del Perú para las eliminatorias 2011-2012

La traducción de esta canción, al final de este artículo.

¿Por qué? ¿Por quéee? ¿Por qué los hinchas del fútbol peruano tenemos que soplarnos una vez más una pusilánime canción de Gianmarco? Es en estas situaciones que de verdad envidio a mis queridos melómanos extranjeros, quienes nunca escucharán a este engendro de peluche y de babas acarameladas.

En 1990*, se compuso la mejor canción de fútbol de la historia, World in Motion. ¿Los encargados? Los históricos New Order. Ahora, ¿para qué sirve ese dato? Pues para tener un referente. ¿Digo, no? O sea, si se te ocurriera componer una canción de fútbol, tienes dos opciones: creerte un genio y no escuchar ninguna canción de ese estilo... o repasar con humildad lo que la humanidad ha intentado hacer, con más desaciertos que aciertos, en estos últimos 50 años.

Las claves de New Order
Ellos buscaron la unidad; algo que mágicamente evocara y removiera el acervo cultural de los fanáticos. Algo que buscara complicidad; algo que solo supiera un determinado grupo de hinchas de una nación. Para el caso de Inglaterra, está la famosa frase “Some people are on the pitch! They think it's all over!”, del comentarista de la BBC, Kenneth Wolstenholme, quien la lanzó en la final de la Copa Mundial de 1996.

En ese entonces, Inglaterra derrotó a Alemania Occidental en el tiempo suplementario, ganando el mundial. Con esa frase, Wolstenholme hacía referencia a la gente que se acercaba al campo de fútbol creyendo que el partido ya estaba definido, a pesar de que aún faltaba un gol más del inglés Geoff Hurst. Una vez que este marcara (para el 4-2 definitivo), Wolstenholme concluyó: “But it is now” (algo así como “pero ahora sí se acabó”).

Los de New Order samplearon esa mítica frase editando su ritmo hasta hacerla parecer un rap. ¿Cuál sería la frase futbolística del Perú? Hay varias, pero la más entrañable es la de Augusto Ferrando, cuando en 1969 gritaba repetidamente a través de la TV “no nos ganan”, haciendo referencia a que el Perú no se iba a dejar ganar por Argentina en la Bombonera, en Buenos Aires, para así eliminar a esta selección y asistir al Mundial de México 70. Como se sabe, aquella selección peruana eliminó a la argentina, y la frase quedó para la historia.

Con respecto a lo musical, New Order no solo trabajó un ritmo alegre y guerrero, sino que utilizó una letra digna de los mejores estrategas motivacionales. Algo muy alejado de la porquería de letra que hace poco se ha lanzado en tierras incas (no la quiero volver a escuchar, pero la idea central de semejante estupidez llena de lugares comunes es algo así como “todo juntos ganaremos, lalalala”).

A continuación, una traducción de la magnífica canción World in Motion, de New Order, cambiando algunas pocas frases según el contexto cultural peruano. Eso sí, debo puntualizar que el 'típico' fútbol inglés me parece que cae mucho en el aburrimiento, más no sus grupos de música. En fin, buen provecho, y a aprender:

World in Motion
(Traducción al español hablado en el Perú)

¡Algunas personas han entrado a la cancha, piensan que esto se ha acabado... pero ahora sí que se ha acabado! (voz sampleada)

ESTROFA
Exprésate, créate un espacio.
Sabes que puedes ganar,
no abandones el objetivo.
Vence a ese hombre y encáralo,
porque tú nunca te rindes:
¡Es uno contra uno!

Exprésate, es uno contra uno.
Exprésate, son once contra once.
Sabes cuando algo es bueno,
y por eso no puedes equivocarte.
Y así será por siempre.

CORO:
El amor mueve al mundo
y sé que podremos lograrlo...
Sé que esto es verdad.

ESTROFA:
Ahora es el momento,
que todo el mundo sea testigo.
Tú nunca te rindes,
y así es como siempre debería ser.
No te dejes atrapar,
juega como tú sabes:
¡Exprésate!

RAP**
Tienes que dar y recibir,
pero en el momento preciso.
No importa si lo haces con lentitud o rapidez,
igual debes llegar a la meta.
Siempre te golpearán y harán daño,
pues defiéndete y ataca.
Solo hay una manera de vencerlos:
con clase y calidad.

Atrápame si puedes,
porque soy peruano,
y lo que estás viendo
es el plan maestro.
No somos barras bravas,
y esta no es una canción de fútbol.
Con el Sol del Inca en mi pecho,
sé que no podemos estar equivocados.

FINAL
Jugamos por el Perú,
A-rri-ba, Pe-rú
Estamos cantando la canción.

Cantamos por el Perú,
A-rri-ba, Pe-rú
Hasta la vista, Baby: ¡Es uno contra uno!


Francisco Estrada. Barcelona, 7 de octubre de 2011

*En la Copa Mundial de Italia 1990, la selección inglesa hizo una fabulosa campaña (con el genial Paul Gascoigne incluido, un atípico jugador inglés que dribleaba mejor que nadie). En semifinales, se enfrentó a Alemania y quedó fuera por penales (luego de empatar a un gol en el tiempo reglamentario).
**Rap cantado por John Barnes (jugador de fútbol inglés de la época). ¿Quién podría ser ahora el jugador peruano adecuado para un rap o intervención melódica?

Scarlett y el rock Gestalt


Jesus & Mary Chain le hizo cantar Just Like Honey.
El títular que he leído recientemente en una columna del diario El País es fenomenal: “Scarlett y el pubis”. Este encabezado cuenta con los ingredientes que el periodismo de ayer, hoy y siempre ensalzarán (aunque su mundillo no lo reconozca en medio de las aplastantes evidencias del día a día): sensacionalismo y morbo... Vamos, “audacia”, como dirían mis colegas. Eso sí, aquella falta de autocrítica y de exceso de autoindulgencia entre quienes manejan la información me parece normal pues, total, a nadie le gusta reconocer que le huelen mal los pies sino, más bien, señalar a los otros.

Con respecto a la columna que me estoy refiriendo, el escritor y periodista Vicente Verdú (un peso pesado alguna vez encargado de las secciones de Opinión y de Cultura del más prestigioso medio editado en castellano) escribe que las ahora célebres fotos robadas a la actriz Scarlett Johansson tienen su encanto más que en el cuerpo de la susodicha, en el “entorno”. Es decir, en aquel espacio íntimo donde ella duerme, se limpia y come. Sinceramente, su reflexión se me hace estéticamente interesante (porque es bonito cómo él plantea y organiza sus argumentos en el texto), pero, hombre: cuando uno ve las fotos, aquel contexto es poco menos que anodino. Sin información alguna... en fin, cada quién se excita con lo que quiere.

En la columna de opinión de Verdú, la distancia entre el análisis y el objeto analizado es tanta que, cuando me fui a dormir luego de leerla, lo hice con el convencimiento de que había leído el texto de una mujer, la actriz Maribel Verdú quien, según yo, estaba incursionando en el periodismo. “No está mal para una principiante”, pensé, “pero cometió el error de tantas personas de asumir que, si a ella le gusta así y debido a esos motivos, le tiene que gustar así y por aquellos motivos a todo el mundo”.

Hay gente que se excitó con la decoración de su baño.
Digo esto porque nunca he dejado de flipar cuando escucho a una mujer pontificar sobre lo que, supuestamente, más atrae a los hombres de las mujeres (es decir, ellas juran saber mejor que un hombre lo que más les gusta a ellos de una mujer). Yo siempre me quedo callado con una sonrisa maquiavélica cuando escucho estos comentarios, porque ya me cansé en la adolescencia de refutar a mis amigas del colegio, hermana, primas y mamá. Total, da igual lo que piensen ellas sobre este tema específico.

Mientras me acurrucaba en la cama luego de leer la columna Scarlett y el pubis, quise entrar en el juego 'intelectual' propuesto por Verdú y me puse a pensar en, técnicamente, qué pueden tener de distintas estas fotos; tratando de alejar un poco un aspecto más contextual como la expectación que puede causar una foto robada... ¡Es decir, lo prohibido!

Así que, concentrándonos en lo técnico, se puede decir que, con respecto a los altos estándares de calidad ahora manejados, las fotos no tienen una buena resolución. En nuestros días, a determinado tamaño, todos exigimos la cantidad de píxeles adecuada. Más bien, la poco luz que en las fotos conspira contra la nitidez anhelada, y ese “grano” digital en las fotos que no permite ver los 'poros' de los pezones de la actriz ni detalles en la piel de su trasero, dispara en nuestro cerebro aquella innata capacidad para completar imágenes. 

Es decir, teoría de la Gestalt; en concreto, el 'principio de continuidad', donde nuestro cerebro va dando forma completa a lo incompleto. En este caso, en rellenar esos píxeles con nuestra imaginación para lograr la resolución que tanto reclamamos los hijos del hiperrealismo. Subjetividad mental pura al servicio de nuestros órganos y deseos más primitivos a través del ordenador.

Aquella estimulación, en sí, ya es reconfortante para el cerebro, y suele estar asociada con nuestra capacidad de imaginación, como ya lo han hecho notar hace siglos los grandes filósofos precursores de la Gestalt. Imaginar, desde un árbol alejado 25 metros, cómo es ese cuerpo que se desnuda en medio de tinieblas incompletas, se asemeja a la 'imaginación' que se debe aplicar en medio de la selva para distinguir al animal que se mueve en la penumbra y proceder a su captura o no; entre otras herramientas de supervivencia ancladas en el cerebro.

Mientras pensaba todo ello, me fue dando más sueño y, a la vez, más ganas de no buscarle tres pies al gato y recordar cómo en el reciente post de un contacto de Facebook se había linkeado la canción Vigilance, del grupo inglés Magazine (título coincidente con nuestra vocación vigilante de 'little brother' siempre espiando al 'big brother'; en este caso, 'big sister')

Che, Waits, ¿Por qué lo hiciste?
En aquel post, los comentarios pasaron del rock al culo de Scarlett (literalmente). Hasta se intercambiaron fotos... Alguien, medio en broma, pidió más respeto para el grupo de rock Magazine, pero luego se replicó que, si hasta los ruidosos y antipáticos Jesus & Mary Chain fueron capaces de hacerla subir a su escenario para destruir una canción de ellos poniéndola dizque de corista, ¿por qué unos melómanos no podían desviarse de sus apreciaciones musicales? 

Luego, en el mismo post, vinieron los recuerdos del antiglamoroso Tom Waits, que le cedió todas sus canciones para que las versionara en virtud a quién sabe qué méritos musicales de la diva (no es broma, para quien no lo sepa); además de otros hitos rockeros bien detallados en la Wikipedia de la fugaz pareja de Sean Penn.

Aquella utilización de mis neuronas, que es mi equivalente a contar ovejas durante las noches y así pillar sueño (en el 5% de los casos pienso cosas interesantes, y he ahí, y solo ahí, que asoma el insomnio) no fue del todo en vano. Pensé que, si escribía esto en mi blog y colgaba las fotos prohibidas, pues obtendría varias visitas. ¡Venga, pues! Total, yo creo que Scarlett quería difundir estas fotos. No las veo naturales. Eso sí, el titular debía ser “Scarlett y el rock Gestalt” y no “Scarlett y sus melones” o algo por el estilo, que mientras yo no trabaje oficialmente en un medio, no tengo necesidad de vender ni melones ni mangos. Aunque claro, soy sensacionalista colgando las fotos aludidas, así sea solo para comprobar cuánto se pueden incrementar las visitas a esta página. Las imágenes no son nada del otro mundo... ¿O sí?

Francisco Estrada. Barcelona, 19 de septiembre de 2011.

El duende del Sr. de Sipán

Ella miró una estrella fugaz (o tal vez un insecto luminoso).
La incertidumbre no me permitió tomar aquella visión como una señal,
pues, que yo sepa, es con los cuerpos celestes que siempre
intentamos descifrarnos.

A esas horas de la noche, la Luna aún no se decidía
si ser más cuarto creciente o llena,
pero por su posición, al igual que la Plaza de Cibeles,
terminaba escondida de nuestra vista a pesar de su inevitable evidencia.
Como fondo musical, sonaban las copas de quienes brindaban.
Unánime noche”, recordé a Borges.
¡Cuántas estrellas en esta noche!”, desde mi mortalidad.

Al leer “Morente” en la lista, dije “Morente”.
Y la única opción era Omega, la última letra del alfabeto,
que podía significar el fin, “como el fin de este viaje”
(citando a otro argentino)
o “se acabó”, otra vez yo.

Me dijo mi madre que, si no escuchaba flamenco
en Sevilla, prometía torturarme con cartas llenas
de faltas de ortografía durante todo un mes...
Pues ahora tendrá que ser ella Gabriela Mistral,
a pesar de que fue en Madrid donde contacté con esa música negra
y no en Sevilla.

Licuados estaban Morente,
Lagartiga Nick, Leonard Cohen
y el querido Federico García Lorca;
el más flamenco de los flamencos,
quien encumbró a un viejo guitarrista
para escribir que “el duende sube por dentro
desde la planta de los pies”.

Si el duende lorquiano es aquel que
le da vidilla a la muerte en España,
del mismo modo, en sepulturas llenas de oro
y conchas spondylus,
se entiende que los nobles mochicas hoy enterrados
quisieran desde la majestuosidad colorear el paso al más allá.

Preguntándome si eras bailarina
colombiana o, si acaso, trajeras
esmeraldas de esas tierras,
gracias al duende flamenco,
y sin necesidad de oro o piedras a mi alrededor,
fui por una noche el Sr. de Sipán que,
desvestido por los ángeles en la Puerta de Toledo,
sintió ese misterio que ningún filósofo explica;
ni Goethe citado por Lorca.

Francisco Estrada. Barcelona, 12 de septiembre de 2011

Reimond Manco

Con este reggaetonero, 
Perú jugaría como Perú (foto: Rubén Grández).
¿Dónde está nuestro César Cueto del nuevo siglo? ¿El equivalente al finisecular 'Chorrillano' Palacios? ¿El Julio César Uribe de la hiperpostmodernidad? ¿El Teófilo Cubillas en versión digital? Hagamos memoria: inclusive en los peores momentos del fútbol peruano, siempre hemos tenido excelentes mediocampistas ofensivos que, entorno a un '10', ofrecían el espectáculo que tanto se reclama desde las graderías peruanas. Por ello, vuelvo a preguntar: ¿Dónde está nuestro '10'? Siempre lo hemos tenido... ¿Y ahora? ¿Nos hemos vuelto Chile, México o Paraguay? ¿Qué ha pasado?

Sé que Reimond Manco es en el imaginario popular peruano algo así como un leproso, aquella figura que, aunque nadie lo quiera admitir, causa tanto repudio por ser un fiel reflejo de muchos peruanos. Y estoy convencido de que el odio hacia él es directamente proporcional a la identificación que se tiene con él.

Curioso, entro a foros de Internet (deliciosa herramienta para análisis sociológicos) para averiguar qué dicen los peruanos sobre sobre él, y los adjetivos que más se le endilgan son “cholo”, “borracho” y “juerguero”. Me pregunto cuántos de esos peruanos no son eso que tanto señalan y critican.

El Perú, país que a través de su historia ha perdido muchas oportunidades para insertarse en las grandes ligas de las economías desarrolladas, tiene, precisamente, el trauma de las “oportunidades perdidas a pesar de...”. Nos damos de cabeza contra los pupitres mientras leemos los libros de historia preguntándonos por qué la cagaron los peruanos de antes. Salimos a la calle, y leemos otra vez en los periódicos de los kioskos cómo la seguimos cagando.

: (
Un ejemplo: hace unos meses, a pesar de esa mezcla de espectacular crecimiento económico y de galopantes conflictos sociales producto de la desigualdad, los peruanos estuvimos a punto de arruinarlo todo apoyando candidaturas surrealistas. Y en esto caímos todas las clases sociales. No se puede saber quiénes fueron más brutos, si los pobres o los ricos. Al final, una especie de pacto ético-social parece habernos dado algo de respiro con el actual presidente, pero nada está dicho aún.

Y ni hablar de las historias que contamos en nuestro imaginario popular-familiar: desde el ex jugador del FC Barcelona, 'Cholo' Sotil, hasta el cuñado que perdió su oportunidad. Por eso, cuando en las eliminatorias y en el Mundial Sub 17 del año 2007 apareció Reimond Manco como promesa de jugador excepcional, nadie fue capaz de pensar siquiera “ojalá no se malogre” sino “se malogrará”. Y ante semejante expectativa, Reimond no defraudó, pues, en efecto, se malogró.

Después de analizar el partido del viernes último entre Perú y Bolivia, no solo quedé sorprendido por el vértigo con que Perú atacaba (recordándome a la era Oblitas) y sus dos errores infantiles en defensa (las únicas dos llegadas de Bolivia culminaron en gol). Lo que más me impresionó es ver un mediocampo que parecía inglés: sirviendo de mero “rebote” para que la pelota pasara al área enemiga con apenas un toque de balón. No me parece mal. Inclusive, me causó buena impresión Rinaldo Cruzado, un jugador de exquisita pegada y visión que me recuerda (no me importa que me lluevan las críticas) al mejor Beckham (¿a todo esto, cuál es el primer nombre de Beckham?).

Luego de pensar en este inédito mediocampo incaico, pude ubicar en mi memoria al '10' peruano. Fui a Youtube y lo confirmé. Ese jugador que ahora parece de 40 años (siete ex equipos de fútbol, casado, divorciado, 'secuestrado' y en la banca rota a pesar de tener apenas 21 años; según recuerda en un nota el diario El Comercio) es nuestro '10'. Aquel que, como Zinedine Zidane, no solo abastecería a los delanteros sino que, en base a técnica imprimiría respeto frente a los rivales (a nadie le gusta terminar sentado de culo por haber sido víctima de una buena finta).

¿Indulto para Manco? Si mi relación fuera con él personal (o sea, mi novio), pues no. Si yo fuera el director técnico del Perú, Sergio Markarián, pues ni idea porque no sé cómo manejar vestuarios. Solo sé que el técnico de la selección decidirá mejor que cualquiera. A mi modo de ver, Reimond Manco seguirá castigado no solo porque es el cordero degollado que necesitaba ser sacrificado en honor a la traumatizada afición y prensa peruana (sorry, cholito) sino porque solo un golpe fuerte podría enseñarle al díscolo jugador. Él ya demostró que, fuera de la cancha, le cuesta aprender, así que, caballero, a seguir viendo los partidos por la TV y preguntarse: “Qué hubiera pasado si...”. Oportunidad perdida. Cambio y fuera.

Francisco Estrada. Barcelona, 5 de septiembre de 2011

Comentario de Youtube:
"digan lo q digan pero hasta ahora no veo a POLO CARRILLO HURTADO SOTO BAZAN RUYDIAZ MIMBELA GAMBETEAR!! COMO LO ASE ESTE CHIBOLO hasta ahora no e visto algun chibolo aser los driblins de este JUERGUERO Y CREIDO DE m..."

“Es una selección muy personal que no pretende enseñar nada”

Su caricatura con 30 años menos (foto: Pedro Strukelj).
El escritor mexicano Carlos Fuentes presentó en Casa Amèrica Catalunya su más reciente libro La gran novela latinoamericana (Alfaguara, 2011), una recopilación crítica donde el autor solo se refiere a las novelas que le “gustan”.

Acostumbrado a las polémicas y con muchas décadas respaldándolo como uno de los mejores escritores en habla hispana, es difícil creer que el escritor Carlos Fuentes (Panamá, 1928) haya querido rehuir responsabilidades al repetir una y otra vez que su nuevo libro, La gran novela Latinomericana, es un trabajo muy íntimo.

Por eso hay que creerle la intención. “Es una selección muy personal que no pretende enseñar nada”, enfatizaba este viernes en una rueda de prensa. Sin embargo, aquella modestia solipcista del autor de La muerte de Artemio Cruz se fue haciendo añicos conforme éste iba dando referencias históricas y técnicas para sustentar cada una de sus elecciones y opiniones.

Peor que hablen mal, es que no hablen
Carlos Fuentes no puede evitar soltar una sonrisa maliciosa cuando se le pregunta por las ausencias en su antología, que en algunos países ya están levantando ampollas. Acto seguido, sabiendo que el silencio puede ser más lapidario que una opinión, se niega a contestar por aquellas omisiones.

En su ambiciosa La gran novela latinoamericana, Fuentes inicia con un primer capítulo titulado 'Advertencia preibérica', donde explica que no pretende soslayar la gran riqueza oral latinoamericana previa a la conquista europea, debido a su importancia en el momento de forjar una cultura e identidad distinta a la europea.

La gesta del idioma castellano en forma de novela, desde el río Bravo hasta la Patagonia, tiene muchas esencias que se mezclan. Es por esa razón que en este compendio aparece el escritor catalán Juan Goytisolo. “Hay más escritores que podría incluir, que están muy próximos a América Latina por su vinculación con el mundo árabe, que es parte de nuestra cultura. Y Goytisolo ha traducido mejor que nadie a la literatura el mundo árabe”, dice sobre el autor de Las virtudes del pájaro solitario. “La literatura latinoamericana tiene una amplitud mayor; europea y mediterránea. Por eso también hay un capítulo a Nélida Piñón”, añade.

Ocaso y luz
En esta mezcla de historia y de literatura, donde no deja de estar presente la política, Fuentes arroja luces sobre la baja calidad de la literatura latinoamericana en el siglo XIX. Un ejemplo de estas influencias recíprocas es la animadversión que se generó contra España durante las gestas emancipadoras, y que culminaron con la independencia de los países de la región.

Se abandonó así toda la tradición literaria proveniente de La Mancha, adoptándose los modelos franceses o británicos del siglo XIX, lo que produjo novelas muy malas, aunque con títulos muy buenos como Monja, casada, virgen y mártir”, afirmó con ironía.

Para Fuentes, en este oscuro periodo, solo se salva la novela del escritor brasileño Joaquim María Machado de Assis, Las memorias póstumas de Blas Cubas, pues, paradójicamente, desde el idioma portugués, él sí tomó la tradición de Cervantes, que en Latinoamérica era escolarmente homenajeada, más no tomada en cuenta por los escritores de la región.

Las referencias al 'boom', 'boomerang', 'miniboom', 'cracks' y demás etiquetas no son dejadas de lado en el análisis, que también se refirió a la actualidad: “Hay una diversidad enorme, y la literatura latinoamericana me parece inclasificable en estos momentos. No se puede meter en un mismo saco a Jorge Volpi y Arturo Fontaine". 

Con Antoni Traveria, de CAC, y Pilar Reyes, de Alfaguara.
Sobre aquella mitológica relación entre el escritor latinoamericano y la política, Fuentes afirmó que hoy en día no es tan necesaria como hace 60 años, pues los distintos mecanismos propios de las democracias y de las nuevas tecnologías permiten la participación de sectores de la población que antes se encontraban enmudecidos en medio de latifundios y dictadores.

Fuentes, de la escuela clásica, no pudo evitar referirse a la actual situación de su país, cincelada a partir del auge de la violencia en las zonas fronterizas. Él, que es parte del comité encabezado por los ex presidentes Ernesto Zedillo, Henrique Cardoso y César Gaviria (que están a favor de la despenalización de la droga, entre otras estrategias para derrotar a la violencia del narcotráfico), propone soluciones paulatinas y no de guerras frontales como las actuales, que solo han traído más muertes.

La actual ola de descontento global, Fuentes la relaciona con la generación 'ni ni' de su país que, al igual que la española, “ni estudia ni trabaja”. “Cuando yo nací, habían 20 millones de mexicanos, actualmente somos 110 millones. El gobierno y el sector privado tienen que abrir las puertas a nuevos pensamientos, a la gente joven antes de que sea demasiado tarde”, alegó, pues el rumbo que se está tomando en estos días, en medio del imperio del narcotráfico, es incierto.

Tratándose de, en esencia, un escritor (a pesar de sus licenciaturas en leyes y economía), se refirió finalmente a su labor como escritor, algo que le cambió el semblante de preocupación por uno de satisfacción: “Antes de acostarme, escribo en un papel lo que redactaré al día siguiente... pero cuando me despierto, escribo cosas que me sorprenden y no sé de dónde salen: personajes que aparecen de pronto y nunca había planificado, diálogos en los que nunca pensé... ¡Ese es el misterio y la gloria de crear! 

Francisco Estrada, Barcelona 2 de septiembre de 2011

El fútbol y sus llamados ancestrales

Un juego de cazadores y de guerreros.
De vez en cuando leo algunos textos de sociología menor (o sea, de periodismo) donde se dice que toda la parafernalia que rodea al fútbol sublima esa inconsciente necesidad colectiva por la guerra.

Aquella necesidad, cuando se trata de conseguir cohesión, ha llevado a casi todos los líderes de la historia a buscar varios tipos de 'enemigos' a los cuales enfrentarse. La gama para escoger es amplísima: desde países o modelos económicos hasta etnias externas o del propio territorio; da igual si son terroristas o solo campesinos.

Algunos, por qué no, en base a los hechos, pueden ser un peligro real. Otros, a partir de campañas de desinformación, a pesar de ser inofensivos o hasta beneficiosos, pasan a ser considerados como amenazas.

Por otro lado, desde el punto de vista ritual, luego de miles de años de batallas entre aldeas, imperios y países, supongo que existe una información en nuestro código genético que se activa cuando se nos hace partícipes de una experiencia estética a partir de la guerra. En los albores de la humanidad, aquella comunión se hacía a través de narraciones épicas que, mediante la oralidad, podían obviar con mayor facilidad los horrores inherentes a la muerte violenta, y actualmente con cuidadosos montajes audiovisuales por parte de los medios de comunicación afines a los gobiernos.

El paseo de los vencedores por las plazas de las ciudades (como cuando el Barça gana la Champions) es un acto ritual que es tan ancestral como la humanidad misma. Y como ya se ha dicho hasta la saciedad, estos enfrentamientos Real Madrid vs. F.C. Barcelona son una sublimación de la histórica rivalidad entre ambas regiones, que en algún momento llegó a traducirse en bombardeos aéreos (sin sublimación alguna).


5:32 min: "No sabemos a qué nos enfrentamos,
pero es más fácil que sobrevivamos
si peleamos juntos". Vídeo motivacional
de Pep Guardiola en la final de Roma 2009.

También está la más moderna de las justificaciones para la guerra: la de reactivar economías en recesión. En ese aspecto, los políticos estadounidenses son los abanderados. De la misma forma, el fútbol no escapa a otros usos 'vanguardistas', como el gran negocio que supone... pero estos son temas más contemporáneos y no ancestrales.

El fútbol y la masculinidad
¿Qué es ser hombre? Independientemente de si es o no una pregunta con sentido, creo que es más productivo si primero nos cuestionamos qué es ser una persona. Sin embargo, pretender que solo somos almas etéreas es simplemente ridículo. Se sabe que, por cuestiones culturales, algunos impulsos o instintos son reprimidos, pero ello no impide que se les pueda reconocer cuando llaman a la puerta.

Hace unos días, conversaba con mi amigo Wilmar Cabrera (erudito del fútbol y del ciclismo, gran cronista deportivo y ahora novelista en busca de editor) sobre este tema de la masculinidad y el fútbol. Acerca de Wilmar debo comentar que, en un principio, cultivé su amistad no por cuestiones deportivas sino porque, cuando leí sus textos, noté que siempre ponía las comas y los puntos en el lugar preciso. ¡No fallaba! Alguien así debía ser mi amigo, así que por eso siempre lo llamo.

Y otra cosa: él me dice en broma 'Velásquez', como el gran defensa central peruano de los años 70 y 80 que, en su momento, tal vez era el mejor del mundo en su posición. Cuando yo era niño, quería ser Velásquez... Por eso, que de buenas a primeras alguien me llame así, pues me pone de buen humor. A todo esto, a él le dicen 'Gullit', como el genial mediocampista holandés de los años 90 (por su parecido físico).


José Velásquez, el 'Patrón'.
Últimamente, Wilmar y yo jugamos fútbol todos los jueves en cancha de césped artificial. Él sí sabe jugar; yo no... pero ese es otro tema. Lo interesante es que le estuve comentando hace unos días sobre la extraña sensación de juntarse solo con hombres y en grupo grande. Los jueves, somos entre 14 y 18 quienes conversamos, nos pateamos y luego seguimos conversando hasta que nos despedimos hasta el otro jueves.

Le dije a 'Gullit' lo bien que me sentía confraternizando, hablando de fútbol, de mujeres o contando chistes malos. El lenguaje que usamos y cómo nos referimos a nuestros temas de conversación no son los más correctos, pero se pasa muy bien el momento sin que nadie te juzgue por la falta de elegancia. Luego, durante el juego, la tensión, la adrenalina, la necesidad de jugar en conjunto y coordinadamente para poder enfrentar con éxito al rival, también me produce una sensación extraña... “Podría jurar”, le comenté a Gullit, "que, cuando juego, siento llamados remotos; primitivos".

Gullit coincidió conmigo y trajo a colación los primeros tiempos de la humanidad, donde el hombre tenía que salir en grupo a cazar y, en el camino, comer parte de lo cazado (carne). Las mujeres, en las cuevas y muchas veces preñadas, se quedaban protegiendo y transmitiendo conocimiento a sus hijos, y seguro que comiendo hortalizas y semillas hasta que llegara el hombre con las proteínas. Es por ello que, hasta ahora, los hombres nos inclinamos más por la carne que por las verduras o frutas, por ejemplo.

Luego reflexionamos sobre cómo la caza y la guerra, actividades grupales y que durante miles de años estuvieron reservadas a los hombres, generaron no solo el dimorfismo sexual actual sino alguna información en nuestro cerebro. Alguna chispita ahí escondida que, cuando es llamada, responde con la fuerza acumulada de miles de años.

Cero sublimación.
Recientemente se ha descubierto el 'gen guerrero' (MAO-A), uno de los causantes (junto con el contexto social) de que algunas personas sean más proclives a la violencia o las decisiones arriesgadas. Este gen solo afecta, como no, a los hombres, pues las mujeres son inmunes a sus influencias. Se calcula que un tercio de la población masculina posee este gen (no todos los que lo poseen son necesariamente violentos debido al gran peso que tiene la cultura en nuestro comportamiento, pero aun así hay una relación directa).

Esto es solo un ejemplo de cómo podemos estar condicionados por nuestra información genética, que de ser estimulada en determinadas situaciones, nos hace sentir de una forma u otra, cuando no pasar de la sensación a la acción directa.

Ahora son otros tiempos
Actualmente, la mujer está totalmente capacitada para la guerra gracias al armamento moderno (hasta el más 'feminista' de los antropólogos tendría que reconocer que, en tiempos primitivos, dejar la guerra en manos de las hembras de la tribu hubiera equivalido a la extinción de la aldea). Al mismo tiempo, los hombres de hoy pueden perfectamente, en caso la situación familiar se lo permita, quedarse en el hogar con los niños.

Tradicionalmente, salir de casa se ha visto como algo superior a quedarse en ella, por el simple hecho de que lo primero estaba asociado a lo masculino. A todo esto, cazar y pelear, por más que estén condicionados por la inteligencia y no tanto por la fuerza (los seres humanos son más peligrosos que los elefantes), lleva consigo una carga ligada a la brutalidad... Todo lo opuesto al mundo del hogar, donde se gesta la cultura de los seres humanos; su concepto de civilización. ¿Tomando en cuenta esto, cuál actividad sería 'superior' entonces?

En las sociedades modernas no se considera que una actividad sea mejor que la otra (dentro vs. fuera de casa), pues los roles hasta pueden invertirse... Pero negar que hay 'algo' en el ADN, un llamado de la 'selva' cuando, momentáneamente, se cumple con el cliché es, por lo menos, mentirse.

La metáfora del grupo cazador o guerrero puede llevarse a situaciones empresariales o, inclusive, artísticas, pero participar físicamente en experiencias de ese tipo más cercanas a las originales, sublimando las muertes de animales o personas con un gol o una buena jugada colectiva, creo que cumplen con estimular algunas zonas del ADN que no está mal escarbar de vez en cuando. 

Invertir otra concepción, como es la de asociar lo primitivo con lo malo y lo moderno con lo bueno, es una gran experiencia que vale la pena practicar. Estimula.

Francisco Estrada (Barcelona, 29 de agosto de 2011)

La nueva imagen 'anti' de la Blackberry

Más black y menos berry.
Imaginemos que el presidente de Estados Unidos, con camisa blanca de mangas cortas y casco de obrero, reuniera a la prensa para hacer un anuncio sobre un tema muy técnico (un derrame de crudo, por ejemplo). Para la ocasión, sus asesores de imagen tendrían que haber preparado una puesta en escena muy coherente... hasta que sonara el móvil de Obama y este se pusiera a abrir y cerrar ventanitas en una pantalla táctil, cual Paris Hilton histérica. Por supuesto, semejante aberración jamás ocurriría, pues él es el usuario más famoso de la Blackberry.

No he podido encontrar en Internet un estudio de mercado riguroso sobre los perfiles de consumidores que mejor se adecuan a las compañías que simbólicamente dominan el mercado de smartphones, Iphone y Blackberry, pero está más o menos claro que mientras el primero suele ser asociado a un público más 'fashion', el segundo, a uno más 'pragmático'. Aclaro que este dominio del mercado es simbólico pues, en ventas, el anodino Nokia manda... Yo tengo un Nokia, por ejemplo.

Como ya es costumbre en este blog, relacionaremos ambas características ('fashion' y 'pragmático') a los eternos opuestos simbólicos de la humanidad: femenino vs. masculino. Y como ya se ha repetido aquí (y se seguirá haciendo), aclaramos que estos factores trascienden el género y la sexualidad.

Quién es quién
Con esta advertencia previa, podemos decir que el Iphone tiene 'usuarias', que si además se ponen minifalda y exhiben buenas piernas, su coherencia es total. Y si se rocían perfume, pues más coherencia aun en ellas. En su lado opuesto, la Blackberry tiene 'usuarios' que producen y no diseñan. Ellos se ponen pantalones largos (pues no necesitan mostrar su cuerpo), aunque sí hacen alarde de una tarjeta de débito que, como su masculinidad, siempre debe estar funcionando (si algún lector ha relacionado el verbo 'funcionar' con temas fálico/viagrales, pues lo felicito por su perspicacia).

Es por ello que, observador y maniático como a veces me pongo (o sea como siempre, según las malas lenguas), respiré con alivio cuando me di cuenta de que uno de mis mejores amigos (inteligentísimo, exitoso y guapo) tenía una Blackberry en el sofá de su piso. “Todo encaja”, pensé, y pudimos seguir cenando tranquilos sin que yo tuviera que empezar a armar un rompecabezas de haber tenido él un smartphone que fuera incoherente con su 'estilo' (siempre jugando, según yo).

Aquella anécdota me sucedió hace poco, en pleno estallido de los disturbios en Londres, donde la Blackberry fue protagonista entre los revoltosos. En ese preciso momento, pensaba que esta marca empezaba a pintarse tan icónicamente rebelde como una guitarra eléctrica. Y más que eso, porque se estaba vistiendo de atributos de oscuridad, marginalidad y amenaza; suburbio, pandilla y gueto; canalla, macarra y barra brava.

Ni pensarlo dos veces: Iphone seguro.
Y asocié con más fuerza estas características al producto cuando un amigo (europeo y rubio) me dijo hace pocos días, con ironía, que se asustó conmigo cuando me vio sacar, en medio de la noche, un móvil (mi Nokia imita la estética del Blackberry). Yo, inmigrante y todo lo opuesto a rubio, y con antecedentes marginales, no tuve más remedio que tranquilizarlo: “No te preocupes, que esta noche no estoy coordinando disturbios”.
 
Esta semana, salió en el diario El País un artículo muy bueno de John Carlin que pensé iba a robarme el tema que yo quería plantear esta semana en mi blog. Su título, Sartre y el Iphone, daba pistas de ello. En una parte, se lee:La adultez y el iPhone son dos conceptos contradictorios. El iPhone es un juguete para gente grande. La Blackberry (femenina, por cierto, señal ya de una madurez superior) es un aparato práctico”. Y remata diciendo que tanto Collete como Capote usarían Iphone, mientras que los “pesos pesados” Sartre y Beauvoir se decantarían por la Blackberry. 

Por cierto, cuando Carlín llama "femenina" a la Blackberry, no está profundizando mucho en este concepto, pues apenas se trata de una referencia humorística al caprichoso género castellano del artículo (la) que acompaña al sustantivo aludido, algo que en inglés ni siquiera existe.

Felizmente, la citada columna de opinión no me "robaba" lo que pensaba plantear en este post, pues más bien recreaba con ingenio y muy buen gusto las características ya asociadas desde hace un par de años a los usuarios de ambas marcas. En cambio, lo que en este blog queremos enfatizar es la nueva imagen que la Blackberry podría tener luego de los lamentables sucesos en Londres. 

Si estos nuevos atributos estuvieran acompañados de una inteligente campaña publicitaria, se podría relanzar el concepto de la franquicia estrella de Research in Motion (RIM) versus la de Apple, encapsulando para beneficio propio a un nicho de mercado 'juvenil' que no tiene como referente a Lady Gaga (ni a lo 'moderno'). A todo esto, el gigante de la manzana está anunciando a los cuatro vientos que este año le ganará a su oscuro competidor, despojándolo del segundo lugar en cuanto a ventas mundiales.

Para dejar las cosas claras
¿Se podría pensar en James Bond abriendo ventanitas, aplicaciones y demás cosas? Eso sería más para el Superagente 86, donde la pantalla táctil se convertiría en la invitación perfecta para que este incurriera en más desatinos en medio de situaciones de alta tensión. Por la morfología del Iphone, los revoltosos en Londres, huyendo de la policía en tiempo real, hubieran tenido mayores dificultades para coordinar; más allá de que la Blackberry contara con un encriptado servicio de mensajería.

Que el mundo no es negro o blanco sino con muchos matices, sí, pero el márketing funciona creándonos la ilusión de que no es así. Y es mediante este truco que se puede vender industrialmente en desmedro de lo personalizado; lo artesanal. ¿Se dormirá Blackberry? Vamos, que si así sucede no será por ética sino por no saber subirse a las olas cuando estas son favorables. Algo que Steve Jobs sí hace a la perfección. A esperar...

Francisco Estrada (Barcelona, 22 de agosto de 2011).